jueves, 12 de septiembre de 2013

Riesgos para la salud y la seguridad y métodos de control - II

Los trabajos de acabado metálico, el fresado químico y la galvanización suponen la exposición a concentraciones de ácidos, bases y electrolitos de los depósitos al aire libre. La mayoría de los baños contienen elevadas concentraciones de metales disueltos. Aunque la composición y las condiciones operativas de los baños (concentración, temperatura, agitación, dimensiones) son diferentes, casi todos ellos necesitarán algún tipo de ventilación local para controlar los niveles de emanaciones, gases y vapores en suspensión en la atmósfera. A efectos de control, se utilizan diversos modelos de cubiertas laterales de tipo ranurado. Las organizaciones de carácter técnico, como la Conferencia Americana de Higienistas Industriales del Gobierno (ACGIH) y el American National Standards Institute (ANSI), disponen de diseños de ventilación y pautas de funcionamiento para los diferentes tipos de baño. La naturaleza corrosiva de estos baños obliga a utilizar protecciones tanto para la piel como para los ojos (gafas contra salpicaduras, pantallas faciales, guantes, mandiles, etc.) durante la realización de trabajos en las proximidades de esos depósitos. Tambien deben estar disponibles en todo momento para emergencias las duchas y los dispositivos para lavados oculares.
La soldadura mediante haz de electrones y el taladrado mediante láser también suponen un riesgo por radiación para los trabajadores. La soldadura mediante haz de electrones genera una radiación secundaria por rayos X (efecto bremsstrahlung). Las cámaras de soldadura son, en cierto modo, un tubo de rayos X inútil. Es decisivo que la cámara, o el material en el que está construida, contenga algún tipo de protección que reduzca la radiación a los niveles más bajos posibles. Suele hacerse con protecciones de plomo. Han de realizarse periódicamente estudios sobre la radiación. Los rayos láser entrañan riesgos (térmicos) para la piel y los ojos; también existe riesgo potencial por exposición a emanaciones metálicas producidas por la evaporación de los metales base. Los trabajos con láser que entrañan riesgo de radiación deben aislarse y confinarse, en la medida de lo posible, a cámaras con dispositivos de enclavamiento. Debe seguirse con todo rigor un programa completo. La ventilación local es imprescindible siempre que se generen emanaciones metálicas.

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