sábado, 7 de septiembre de 2013

Equipos de protección personal (EPP)

Los EPP contra caídas constan de un arnés de cuerpo entero con un cabo enganchado a un cable salvavidas del barandillado o a cualquier otro tipo de anclaje adecuado. Se trata de sistemas utilizados habitualmente para frenar la caída, aunque pueden emplearse también con sistemas de sujeción contra las caídas.
Los sistemas de amortiguación de caídas se utilizan sobre todo al trabajar sobre plataformas en las cuales los controles técnicos resultan ineficaces, generalmente por las propias limitaciones del proceso de trabajo. También se utilizan para trabajar sobre las superficies del avión, debido a las dificultades logísticas asociadas a los controles técnicos. Los aspectos más problemáticos de los sistemas de amortiguación de caídas y del trabajo sobre las superficies del avión son la distancia de caída con respecto a la movilidad del personal y el peso añadido a la estructura del avión para sostener el sistema. La cuestión del peso puede eliminarse si el sistema se diseña de manera que se ancle a algún lugar de la instalación en torno a la superficie del avión, en vez de a la propia estructura del aparato; no obstante, también esto supone una limitación a la capacidad protectora contra las caídas en la ubicación de la propia instalación. En la Figura 90.2 se muestra un andamio portátil utilizado como sistema de amortiguamiento de caídas. Los sistemas de este tipo se emplean en tareas de mantenimiento más que en las de construcción (aunque se usan en ciertos momentos de la fase de construcción).
Un sistema de sujeción contra caídas está diseñado de manera que el personal no pueda caer por el borde de una superficie. Son sistemas muy parecidos a los de amortiguación, ya que todos los componentes son los mismos; ahora bien, los de sujeción limitan la libertad de movimientos de la persona, que no puede llegar lo suficientemente cerca del borde de la superficie como para caerse. De los sistemas de protección personal, los de sujeción son los preferidos tanto para trabajos de mantenimiento como de construcción, ya que evitan cualquier lesión por las caídas y no precisan de labores de rescate. Su uso no está extendido ni en el trabajo sobre plataformas ni sobre las superficies del avión, debido a las dificultades que entraña el diseño de sistemas que permitan la libertad de movimientos que los trabajadores necesitan para desarrollar su tarea, a la vez que su acceso al borde de la superficie queda restringido. Son sistemas que reducen el problema del peso y de la eficacia al trabajar sobre las superficies del avión, ya que no requieren la resistencia necesaria en los de amortiguamiento. En el momento de imprimir esta publicación, sólo existe un tipo de avión (el Boeing 747) que disponga de un sistema de sujeción contra caídas incorporado a su estructura (véanse las Figuras 90.3 y 90.4).
Hay un cable salvavidas horizontal enganchado a unos ajustes permanentes de la superficie alar, creando así seis zonas de protección. Los trabajadores conectan un cabo de 1,5 m a unas anillas en forma de “D” o a las extensiones de cincha que corren a todo lo largo del cable salvavidas, desde la zona 1 hasta la zona 4, y que son fijas en las zonas 5 y 6. El sistema permite acceder solamente al borde del ala, evitando así la posibilidad de caer desde la superficie de la misma.

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