lunes, 23 de septiembre de 2013

Mecanizado

Es típico de la industria del automóvil el mecanizado para la producción a gran escala de bloques de motor, cigüeñales, transmisiones y otros componentes. Las operaciones de mecanizado se llevan a cabo en diversas instalaciones y constituyen el proceso predominante en la fabricación de estas piezas. En ellas se producen componentes tales como árboles de levas, engranajes, satélites de diferencial y tambores de freno. Los puestos de mecanizado de un solo operario se sustituyen cada vez más por máquinas de varios puestos, células de mecanizado y cadenas “transfer” de hasta 200 metros de longitud. Los aceites solubles y los refrigerantes sintéticos y semisintéticos se imponen cada vez más a los aceites puros. 
En las operaciones de mecanizado son comunes las lesiones por cuerpos extraños; las principales medidas preventivas al respecto son el aumento de la mecanización en la manipulación de materiales y el uso de equipo de protección individual. El desarrollo de la automatización, en especial las cadenas transfer de gran longitud, implica un mayor riesgo de traumatismos agudos; los programas preventivos se basan en la mejora de los resguardos de las máquinas y el bloqueo de la alimentación de energía. 
Entre las medidas de control de máximo nivel contra la niebla de refrigerante deben destacarse el confinamiento total de los puestos de mecanizado y de los sistemas de circulación de líquido; la ventilación local por extractores, con evacuación al exterior o recirculación del aire extraído, siempre a través de un filtro de alto rendimiento; los controles del sistema de refrigeración para reducir la formación de niebla, y el mantenimiento del refrigerante para controlar los microorganismos. Debe prohibirse la adición de nitrito a los líquidos que contienen aminas, por el riesgo de producción de nitrosoamina. No deben usarse aceites con elevado contenido de hidrocarburos polinucleares aromáticos (HPA). 
En la cementación, revenido, baños de sales de nitrato y otros procesos de tratamiento térmico del metal en los que se utilizan hornos y atmósferas controladas, el microclima puede ser sofocante y puede haber diversas sustancias tóxicas en el aire (por ej., monóxido de carbono, dióxido de carbono, cianuros). 
Los operarios de las máquinas y los trabajadores que manejan residuos de mecanizado y centrifugan aceite de corte antes de su filtrado y regeneración están expuestos a dermatitis. Deben facilitárseles mandiles resistentes al aceite y hay que recomendarles que se laven completamente al finalizar el turno. 
El esmerilado y el afilado de herramientas pueden presentar peligro de enfermedad por metal duro (enfermedad pulmonar intersticial) a menos que se mida y controle la exposición al cobalto. Las muelas deben llevar pantallas protectoras, y los esmeriladores han de usar protección ocular y facial y equipo de protección respiratoria. 
Normalmente, las piezas mecanizadas se ensamblan para formar un componente terminado, con los consiguientes peligros ergonómicos. En las secciones de montaje de motores, las pruebas y el rodaje de éstos deben realizarse en estaciones provistas de equipos de evacuación de gases de escape (monóxido de carbono, dióxido de carbono, hidrocarburos no quemados, aldehídos, óxidos de nitrógeno) y de instalaciones de control de ruido (cabinas con paredes fonoabsorbentes, placas de asiento aislantes). El ruido puede alcanzar niveles de hasta 100 a 105 dB con picos de 600 a 800 Hz.

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