sábado, 14 de septiembre de 2013

CONTROLES Y EFECTOS SOBRE LA SALUD - II

La concentración y las combinaciones de sustancias químicas son también complejas y muy variables. En los trabajos atrasados que se realizan fuera de la secuencia normal pueden utilizarse materiales peligrosos y no contar con los necesarios controles técnicos o con las medidas personales de protección adecuadas. Las variaciones en las prácticas laborales de cada persona y el tamaño y la configuración de las diferentes estructuras de avión puede repercutir notablemente en la exposición a situaciones de riesgo. Las variaciones en las exposiciones a disolventes entre los trabajadores que efectúan tareas de limpieza en los depósitos alares de combustible de un avión, han sobrepasado dos órdenes de magnitud, debido en parte a los efectos del tamaño corporal en el flujo del aire de dilución en espacios extremadamente reducidos.
Las situaciones de riesgo potencial deben ser identificadas y caracterizadas, y antes de que los materiales o los procesos entren en la zona de trabajo o lleguen a ponerse en práctica deben aplicarse los controles necesarios. Antes de empezar el trabajo hay que elaborar, establecer y documentar unas normas de obligado cumplimiento sobre utilización segura. Cuando la información resulte incompleta, se asumirá el riesgo razonable más alto y se tomarán las medidas de protección oportunas. Deben realizarse con cierta frecuencia y regularidad estudios de higiene industrial para garantizar que los controles son los adecuados y que funcionan correctamente.
La dificultad para caracterizar los riesgos de exposición en los puestos de trabajo de la industria de construcción aeroespacial requiere una estrecha cooperación entre higienistas, expertos clínicos, toxicólogos y epidemiólogos (véase la Tabla 90.2). Es esencial que trabajadores y directivos estén bien informados. Debe alentarse a los trabajadores para que informen de cualquier síntoma, y formarse a los supervisores para que estén atentos a cualquier señal o síntoma de exposición. El control biológico de las exposiciones puede ser de gran ayuda para el control del aire donde las exposiciones son muy variables o donde la exposición cutánea es notable. El seguimiento biológico puede utilizarse también para determinar si los controles son efectivos en la reducción de la absorción de contaminantes a través de la piel por parte de los trabajadores. Deberá efectuarse de manera rutinaria un análisis de los datos médicos por si revelaran algún patrón de síntomas y molestias.
Pintar hangares, fuselajes y depósitos de combustible puede suponer el concurso intensivo de numerosos sistemas generadores de altos volúmenes de gases de escape, durante los trabajos intensivos de pintura, sellado y limpieza. La exposición a sustancias residuales y la incapacidad de estos sistemas para alejar de los trabajadores los flujos de aire requieren por lo común el empleo de aparatos adicionales de respiración. La ventilación aspirante localizada es necesaria en los trabajos de pintura pequeños, el tratamiento de metales y la limpieza con disolventes, en los trabajos químicos en el laboratorio y la aplicación de capas de algunos plásticos. La ventilación por dilución sólo es adecuada en las zonas en las que el empleo de sustancias químicas sea mínimo, o como una ayuda a la ventilación aspirante localizada. Un intercambio de aire significativo durante el invierno puede dar lugar a una excesiva sequedad en el aire interior. Los sistemas de aspiración mal diseñados y que dirigen un flujo excesivo de aire frío hacia las manos o la espalda de los trabajadores (en áreas dedicadas al montaje de pequeñas piezas) pueden empeorar los problemas de brazos, cuello y manos. En las grandes y complejas zonas dedicadas a la construcción aeronáutica debe prestarse atención a la correcta ubicación de las entradas y salidas del sistema de ventilación para evitar que arrastren contaminantes.
La construcción de precisión característica de los productos de la industria aeroespacial requiere entornos de trabajo despejados, organizados y bien controlados. Los contenedores, los bidones y los depósitos que contienen sustancias químicas deben llevar etiquetas que avisen de la peligrosidad potencial de sus contenidos. La información relativa a primeros auxilios estará disponible en todo momento y lugar. En las FTS o en cualquier otro tipo de ficha similar deberá figurar también información sobre respuestas antes emergencias y control de vertidos. Las áreas donde los trabajos sean potencialmente peligrosos deberán estar bien anunciadas mediante carteles y el acceso a las mismas controlado y comprobado.

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