lunes, 23 de septiembre de 2013

Forja y tratamiento térmico

La forja en caliente y la forja en frío seguida de tratamiento térmico se utilizan en la industria del automóvil para la fabricación de piezas del motor, la transmisión y la suspensión, así como otros componentes 
Tradicionalmente, la forja implicaba el calentamiento de tochos (barras) de hierro en hornos individuales caldeados con fueloil, situados cerca de martinetes de vapor accionados individualmente. Luego se colocaba el hierro caliente en la mitad inferior de una estampa, o matriz, metálica cuya mitad superior estaba unida al martinete. El hierro adquiría el tamaño y la forma deseados mediante múltiples impactos del martinete. En la actualidad, estos procesos se sustituyen por el calentamiento por inducción de los tochos, los cuales se trabajan en prensas de forja que utilizan presión en lugar de impactos para conformar la pieza metálica, y recalcadoras, o por la forja en frío seguida de tratamiento térmico. 
El proceso de forja es extremadamente ruidoso. La exposición al ruido puede reducirse sustituyendo los hornos de fueloil por dispositivos de calentamiento por inducción, y los martinetes por prensas de forja y recalcadoras. El proceso también produce humos. Los procedentes del fueloil pueden reducirse modernizando el horno. 
La forja y el tratamiento térmico son operaciones que producen intenso calor. Para reducir el estrés por calor se requiere la refrigeración puntual mediante la circulación de aire renovado por encima de los trabajadores en las zonas de proceso.

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