domingo, 20 de octubre de 2013

Peligros y precauciones - III

Controles de protección individuales. Los astilleros han de depender en gran medida de las diversas formas de protección individual. La naturaleza de la construcción y reparación de buques no se presta a concepciones técnicas tradicionales. Los buques son recintos muy reducidos y cuyo acceso está limitado. Un submarino en reparación tiene de 1 a 3 escotillas de 0,76 m de diámetro, a través de las cuales deben pasar tanto los trabajadores como los equipos. Las conducciones de ventilación que pueden introducirse por ellas están severamente limitadas. De igual forma, en los grandes buques se trabaja en su más profundo interior, y aunque puedan llevarse algunas conducciones de ventilación hasta el nivel deseado, el número de ellas es limitado. Además, los ventiladores que impulsan o extraen el aire por las conducciones de ventilación suelen encontrarse a la intemperie, generalmente en la cubierta principal, por lo que su capacidad también se encuentra en cierta medida limitada. Además, la construcción y reparación de buques no se efectúa en una línea de montaje, sino en emplazamientos separados, lo que hace prácticamente imposible la instalación de controles técnicos estacionarios. La situación se repite, y con mayor razón, en buques sometidos a trabajos de reparación que sólo duran algunos días. En estas situaciones se emplean mayoritariamente equipos de protección individual. En los talleres pueden emplearse en mayor medida los métodos de control técnico tradicionales. La mayor parte de los equipos y de la maquinaria que se encuentra en los talleres y en las zonas de montaje se prestan al intervenciones normales de protección, ventilación, etc. No obstante, también en este tipo de situaciones deberán utilizarse equipos de protección individual. Veamos a continuación las diversas aplicaciones de los equipos de protección individual utilizados en los astilleros: 
Soldadura, corte y rectificado. El proceso básico de construcción y reparación de buques exige trabajos de corte, conformación y unión de aceros y otros metales. En el proceso se generan emanaciones metálicas, polvo y partículas. Aunque en ocasiones puede hacerse uso de la ventilación, los soldadores deben utilizar cada vez con más frecuencia dispositivos de respiración para protegerse de las emanaciones y las partículas en suspensión. También deben utilizar protectores oculares para evitar los efectos de las radiaciones ultravioleta e infrarroja y para protegerse de otros riesgos físicos potenciales para ojos y rostro. Para protegerse de las chispas y otras formas de metal fundido, los soldadores deben vestir prendas de manga larga, usar guantes de soldadura y hacer uso de otras protecciones físicas variadas. 
Limpieza por chorro de arena y pintura. Durante la construcción y la reparación de un buque, es mucho el trabajo de pintura que se efectúa. En numerosas ocasiones las pinturas y los recubrimientos los especifica el propietario del buque. Antes de pintar, los equipos han de someterse a un cierto grado de limpieza por chorro abrasivo que garantice un buen grado de adherencia y protección. La limpieza de pequeñas piezas con chorro abrasivo puede efectuarse en un recinto cerrado, tal como una caja de manipulación con guantes. No obstante, las piezas de mayor tamaño se someten a este tratamiento manualmente. Algunas de estas operaciones de limpieza se realizan a la intemperie, otras en grandes recintos especialmente destinados a tal fin en el interior de edificios o talleres, y otras en el interior de los propios buques o de secciones de éstos. En muchos casos, los operarios encargados de estas tareas de limpieza por abrasión deben utilizar vestimentas de protección total, protectores contra el ruido y  dispositivos respiradores alimentados por aire. Asimismo, deben contar con un suministro adecuado de aire apto para respirar (al menos aire respirable de Grado D).

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