sábado, 26 de octubre de 2013

Calidad del aire

Prácticamente todas las actividades relacionadas con la construcción, la reparación y el mantenimiento de buques y embarcaciones pequeñas causan emisiones atmosféricas. Entre los contaminantes atmosféricos regulados en numerosos países se incluyen los óxidos de azufre y nitrógeno, el monóxido de carbono, las partículas (humo, hollín, polvo, etc.), el plomo y los compuestos orgánicos volátiles (COV). 
Las actividades relacionadas con la construcción y la reparación de buques que generan contaminantes del tipo “óxido” incluyen calderas y otras fuentes de combustión y el calor para el tratamiento de metales, generadores y hornos. Forman partículas los humos de combustión y el polvo formado al trabajar la madera o limpiar con chorro de arena y al lijar, esmerilar y pulir. En ocasiones hay que fundir parcialmente lingotes de plomo para moldearlos en las formas que exige la protección de los generadores navales de energía nuclear. Se forma polvo de plomo al eliminar la pintura de buques sometidos a revisión general o reparación. 
Los contaminantes atmosféricos peligrosos (HAP) son compuestos químicos con propiedades nocivas para la salud confirmadas o sospechadas. Se forman en muchas actividades desarrolladas en los astilleros, como fundición y galvanoplastia, que emiten cromo y otros compuestos metálicos. 
Algunos COV, como los alcoholes y las naftas, utilizados como disolventes de pinturas, diluyentes y limpiadores, y numerosas colas y adhesivos, no son HAP. Otros disolventes, utilizados principalmente en pinturas, como xileno y tolueno y diversos compuestos clorados, como tricloroetileno, cloruro de metilo y tricloroetano, sí son HAP.

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