domingo, 27 de octubre de 2013

Calidad del agua

Dado que los buques y las embarcaciones de recreo se construyen junto al agua, los astilleros han de cumplir con las normativas establecidas por sus respectivos gobiernos en materia de vertidos de aguas residuales. La mayor parte de los astilleros norteamericanos, por ejemplo, aplican un programa denominado “Prácticas Optimas de Gestión” (BMP) considerado como una importante compilación de tecnologías de control para ayudar a los astilleros a cumplir con los requisitos establecidos en materia de vertidos. 
Otra tecnología de control utilizada en astilleros con muelle de carena (dique seco) es el sistema de presa y compuerta. La presa se encarga de retener los sólidos e impide que lleguen a los sumideros y las aguas adyacentes. El sistema de compuertas evita la entrada en los sumideros de los restos de aceite y de partículas flotantes. 
En muchos astilleros se ha incorporado recientemente el control de las aguas de tormenta. Las instalaciones han de disponer de un plan de prevención de la contaminación por precipitaciones tormentosas que, mediante la aplicación de diferentes tecnologías de control, impida que la precipitación arrastre los contaminantes hacia las aguas próximas a las instalaciones del astillero. 
Muchas instalaciones destinadas a la construcción de buques y embarcaciones pequeñas vierten parte de sus aguas residuales a la red de alcantarillado. Estas instalaciones deben cumplir con los requisitos locales en materia de vertidos a la red pública de alcantarillado. Algunos astilleros están construyendo sus propias plantas de tratamiento previo de aguas residuales, diseñadas para cumplir con la normativa local de calidad de las aguas. Hay dos tipos básicos de plantas de tratamiento previo: en uno, la finalidad primordial es retirar los metales tóxicos, mientras que el objeto del otro es extraer los productos derivados del petróleo.

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