sábado, 2 de agosto de 2014

Uso de perros

Por regla general, sólo deben utilizarse en las labores de seguridad perros entrenados y aprobados por adiestradores titulados y competentes. Los perros que no reúnan estos requisitos únicamente deben emplearse en tareas de aviso, siempre que estén bajo el control directo de sus cuidadores, pero no para otras tareas de seguridad. 
Se deben retirar del servicio los animales que manifiesten tendencias agresivas o hayan perdido facultades. No se debe exigir demasiado a los perros, a los que deben proporcionarse una educación y formación adecuadas, basadas en los hallazgos de las investigaciones de la conducta animal. Es preciso establecer límites adecuados para el tiempo de servicio, unos períodos mínimos de descanso y un tiempo máximo de servicio diario. La competencia de los cuidadores debe acreditarse regularmente y, si su destreza se reduce respecto de los mínimos exigibles, se les debe retirar la licencia. 
Es preciso promulgar normas que garanticen un correcto y seguro manejo de los perros, el contacto con los mismos, la transmisión de su custodia, la colocación y retirada de correas y collares, el empleo de idénticas voces de mando por parte de diferentes entrenadores, la manipulación de la correa y el comportamiento en presencia de terceros. 
Para las perreras, se establecen requisitos mínimos relativos tanto a su estado e instalación como a la autorización para el acceso a ellas. En el transporte de los perros hay que establecer una separación entre las zonas reservadas a los animales y las destinadas a los pasajeros. En ningún caso se deben transportar los animales en el maletero de los coches. Además, cada perro debe ir en un compartimento independiente.

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