sábado, 23 de agosto de 2014

Planificación y prevención

Si bien el medio marítimo puede ser sumamente hostil, los riesgos para la seguridad y la salud asociados a las operaciones de rescate marítimo pueden prevenirse o reducirse mediante una rigurosa política de planificación y prevención. El salvamento puede realizarse con seguridad y eficacia. 
La organización responsable del rescate debe ser plenamente consciente de la naturaleza del medio ambiente marino, conocer las características y limitaciones operativas del equipo y del personal, de los sistemas de seguridad y suministrar el equipo, la formación y la dirección necesarios. Los miembros del equipo de rescate deben estar en perfectas condiciones físicas y mentales, conocer el equipo y su funcionamiento, mantenerse alerta y dispuestos a intervenir, mantenerse hábil y conocer las peculiaridades de la situación a que se enfrentan. 
El equipo de rescate puede sufrir accidentes marítimos o de aviación que, en cuestión de minutos, puede convertirlos de salvadores en víctimas. La capacidad de supervivencia en caso de siniestro depende, en última instancia, de varios factores: 
• supervivencia al impacto 
• posibilidad de abandonar la nave 
• capacidad de resistencia hasta que se produzca el rescate 
En cada fase del esfuerzo por sobrevivir a un accidente, existen unos determinados parámetros de formación, equipamiento, ergonomía y procedimiento que permiten prolongar la supervivencia. Los equipos de rescate marítimo suelen trabajar aislados, sin apoyo cercano y, en ocasiones, a considerable distancia de la costa. Es evidente la necesidad de dotar a los trabajadores de rescate de los medios necesarios para sobrevivir en caso de accidente hasta que se les rescate. Es preciso formar, equipar y preparar a los miembros del equipo de rescate para sobrevivir en las peores condiciones.

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