viernes, 8 de agosto de 2014

Instalaciones fijas

En muchas instalaciones militares fijas (como talleres de reparación, oficinas administrativas y hospitales), el personal uniformado y los trabajadores civiles realizan tareas similares a las de cualquier centro de trabajo civil. Estas tareas comprenden operaciones de pintura, soldadura, desengrasado, molturación, decapado, manipulación de líquidos hidráulicos, combustibles y agentes limpiadores; empleo de microordenadores y tratamiento de pacientes con enfermedades infecciosas. Sin embargo, la realización de operaciones técnicas en espacios confinados en barcos, submarinos o vehículos blindados, aumenta el riesgo de sobreexposición a sustancias tóxicas. Por otra parte, los buzos deben trabajar a distintas profundidades. 
En algunas instalaciones fijas se realizan trabajos de desarrollo, producción, mantenimiento y almacenamiento de ingenios militares especiales, como gas nervioso y mostaza, explosivos militares, propelentes y combustibles especiales, como el nitrato de hidroxilamonio, telémetros de láser, selectores de objetivos, fuentes de radiación de microondas en equipo de radar y comunicaciones, y radiación ionizante procedente de municiones, blindajes y plantas nucleares. Otros materiales, sin ser de uso exclusivamente militar, son frecuentes en el armamento bélico. Si se utiliza equipo militar anticuado, los trabajadores pueden verse expuestos a los bifenilos policlorados de las instalaciones eléctricas, al amianto del revestimiento de las conducciones de vapor y a las pinturas a base de plomo.

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