miércoles, 27 de agosto de 2014

PERSONAL DE CONTROL DE RIESGOS POR SUSTANCIAS PELIGROSAS

Los profesionales dedicados al control de emergencias o accidentes provocados por sustancias peligrosas pueden calificarse, de forma genérica, como personal de control de sustancias peligrosas. Un incidente o situación de emergencia producido por una sustancia peligrosa es un vertido incontrolado o ilegal, real o potencial, de una sustancia peligrosa o de sus subproductos peligrosos. Las urgencias de este tipo pueden producirse durante el transporte o en una instalación fija. Los incidentes durante el transporte pueden ocurrir como resultado de accidentes terrestres, navales o aéreos,. Las instalaciones fijas pueden ser edificios industriales, de oficinas, escuelas, explotaciones agrarias o cualquier otra estructura fija que albergue materiales peligrosos. 
Los trabajadores cuya misión principal es controlar las urgencias producidas por sustancias peligrosas, se consideran en general parte de los equipos de control de materiales peligrosos. Entre los profesionales integrantes de estos equipos figuran trabajadores del sector público como los bomberos, policía y personal de transporte, específicamente entrenados para afrontar las situaciones de emergencia debidas a sustancias peligrosas. Las instalaciones fijas, como las fábricas, las refinerías de petróleo y los laboratorios de investigación cuentan, por regla general, con equipos propios de control de materiales peligrosos adiestrados para afrontar los accidentes originados a causa de los materiales peligrosos existentes en el interior de sus recintos. En la normativa sobre medio ambiente se exige, a veces, que dichas instalaciones comuniquen a los organismos públicos cualquier incidente que ocasione un riesgo a la comunidad circundante o en el que se rebase el umbral tolerado de una determinada sustancia peligrosa. Los profesionales de la salud pública, adiestrados en la evaluación de exposiciones y en el control de materiales peligrosos, como los higienistas industriales, suelen integrarse en los equipos de control de materiales peligrosos de los sectores público o privado. 
La policía y los bomberos suelen ser los primeros profesionales en responder a las situaciones de emergencia producidas por sustancias peligrosas, dado que pueden encontrarse con fugas de este tipo de sustancias en las estructuras incendiadas o en un accidente de circulación. Estos trabajadores suelen ser los primeros que acuden al lugar del siniestro, y su responsabilidad principal es impedir la exposición del público al vertido, manteniéndolo alejado del lugar del siniestro. Esta misión se lleva normalmente a cabo aplicando métodos de control físico, como las barreras y de control de masas y del tráfico. 
Los primeros profesionales en acudir al lugar del siniestro no suelen adoptar medidas de contención o control del vertido. Estos trabajadores suelen correr mayores riesgos de exposición a las sustancias peligrosas que el resto del equipo de control de urgencias, ya que normalmente afrontan las fugas sin ayuda del equipo de protección adecuado, además de verse expuestos a emanaciones imprevistas. 
Los primeros en acudir al lugar del siniestro, suelen recabar la presencia de los equipos de control de materiales peligrosos para que asuman la responsabilidad de la contención del riesgo. En otro artículo del presente capítulo se han expuesto los problemas sanitarios específicos de policías y bomberos. La tarea fundamental de los equipos de control de materias peligrosas, es contener y controlar los vertidos. Esta labor puede entrañar serios riesgos si en el siniestro intervienen explosivos o sustancias muy tóxicas, como el gas cloro. Corresponde al jefe del equipo decidir sobre las acciones a emprender para solucionar la emergencia. 
A veces, la elaboración de un plan de control de los accidentes especialmente complicados, como el descarrilamiento de varios vagones de un tren o una explosión seguida de incendio en una planta química, es un proceso lento. En los casos en que la aplicación de medidas de control entrañe, para los equipos de control de materias peligrosas, un riesgo importante de sufrir graves lesiones, puede decidirse no adoptar medidas específicas de contención y dejar que la sustancia se vierta en el medio ambiente. La última fase del trabajo de control de emergencias producidas por sustancias peligrosas suele ser la retirada de los residuos peligrosos de dichas sustancias, que suele encargarse a personal de limpieza. En la vigente normativa de seguridad y salud en algunos países, se exige que estos trabajadores reciban una formación especial en las técnicas de control de materiales peligrosos y se sometan a vigilancia médica periódica. A veces, el riesgo de exposición que asumen estos trabajadores es mayor, ya que las operaciones de limpieza los obligan a un estrecho contacto con los materiales peligrosos. Otros profesionales, como los equipos de asistencia sanitaria de urgencia —incluidos los enfermeros de urgencias médicas, el personal auxiliar, el personal médico de las salas de urgencias y otros trabajadores de los hospitales—, se encuentran igualmente expuestos al riesgo de contacto con sustancias peligrosas.

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