sábado, 9 de agosto de 2014

Un lugar de trabajo exclusivamente militar

Aunque los miembros de las fuerzas armadas se encuentran de servicio permanente, los jefes procuran concederles unos períodos de descanso adecuados. Sin embargo, los combates no se ajustan a un horario, y el entrenamiento militar se ajusta a las condiciones previsibles en el combate. Durante el entrenamiento intensivo son comunes la fatiga y la falta de sueño, y esta situación se agudiza cuando se transportan rápidamente fuerzas militares a puntos situados en otros husos horarios y se les obliga a realizar su trabajo tan pronto como llegan. Además, en todas las operaciones militares, en especial en las de gran envergadura que abarcan un territorio extenso y en las que participan fuerzas de tierra, mar y aire de varios países, se produce una presión considerable para mantener la coordinación y las vías de comunicación entre los diversos componentes de las fuerzas con el objeto de reducir el riesgo de accidentes, como hacer fuego sobre las fuerzas propias. El estrés se incrementa si la duración de las operaciones impone una prolongada separación familiar o existe la posibilidad de sufrir acciones enemigas.

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