lunes, 25 de agosto de 2014

PERSONAL AUXILIAR Y DE AMBULANCIAS - I

El personal auxiliar, incluidos enfermeros de urgencias médicas y personal de transporte de las ambulancias, presta la asistencia sanitaria inicial en el lugar del accidente, siniestro o enfermedad aguda, y transporta a los pacientes a los puntos en que pueden recibir el tratamiento adecuado. Los avances del equipo sanitario y de las comunicaciones, han incrementado las posibilidades de estos trabajadores de reanimar y estabilizar a las víctimas mientras los trasladan a un centro de urgencias. El aumento de la capacidad de los enfermeros de urgencias médicas, va acompañado de la elevación de los riesgos a que se ven expuestos en el cumplimiento de sus funciones. 
El personal sanitario de urgencias trabaja en pequeños equipos, integrados generalmente por dos o tres personas que con frecuencia realizan su trabajo en instalaciones mal equipadas y de difícil acceso. En el medio ambiente de trabajo se pueden producir riesgos imprevistos o incontrolados de orden biológico, químico y físico. Las situaciones dinámicas rápidamente cambiantes y la hostilidad de los pacientes y del entorno pueden exacerbar los peligros inherentes al trabajo. En el diseño de estrategias para reducir y prevenir las lesiones profesionales, se deben tomar en consideración los riesgos para la salud del personal auxiliar. Los riesgos a que está expuesto el personal auxiliar se clasifican en cuatro categorías principales: riesgos físicos, riesgos por inhalación, exposición a agentes infecciosos y estrés. Los riesgos físicos comprenden tanto las lesiones musculosqueléticas relacionadas con las tareas profesionales, como los efectos causados por el ambiente de trabajo. 
El levantamiento de grandes pesos en posiciones difíciles es el mayor riesgo físico que sufren estos trabajadores y es responsable de más de un tercio de las lesiones. Las distensiones de espalda constituyen las lesiones más frecuentes y, según un estudio retrospectivo, el 36 % de las lesiones comunicadas se debían a distensiones lumbares (Hogya y Ellis 1990). El levantamiento de los pacientes y del equipo parecen ser las principales causas de aparición de las lesiones lumbares de espalda, dos tercios de las cuales, aproximadamente, se producen en el lugar de intervención. Las lesiones recurrentes de espalda son frecuentes y pueden provocar una incapacidad de larga duración o permanente que fuerza la jubilación anticipada de trabajadores experimentados. 
También son frecuentes las contusiones de cabeza, cuello, tronco y extremidades, los esguinces de tobillos, muñecas y manos y las heridas en los dedos. Otras causas de lesiones son los accidentes de circulación y la violencia ejercida tanto por los pacientes como por otras personas. La mayoría de los accidentes de circulación son colisiones provocadas por la premura de tiempo, la sobrecarga de trabajo, las malas condiciones meteorológicas y la formación inadecuada. Se han notificado lesiones térmicas provocadas por ambientes excesivamente fríos o calientes. El clima y las condiciones meteorológicas locales, unidos al uso de ropas o de equipo inadecuado, producen estrés por calor y lesiones por frío. Por otra parte, en el personal de servicio en las ambulancias se han observado casos de pérdida acelerada de audición provocada por la exposición al ruido ambiental producido por las sirenas, que excede de los umbrales recomendados.
La inhalación de humos y la intoxicación por gases, como el monóxido de carbono, entrañan graves riesgos de lesión respiratoria para el personal auxiliar. Aunque no es muy frecuente, estas exposiciones pueden tener consecuencias nefastas. A veces, el personal que responde inicialmente a una llamada de urgencia se encuentra mal equipado para las labores de rescate y puede ser víctima del humo y los gases tóxicos antes de recibir refuerzos y equipos complementarios.

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