viernes, 20 de junio de 2014

Riesgos químicos - II

El monóxido de carbono es el factor de riesgo agudo más común, característico y grave para los bomberos. En efecto, la afinidad del monóxido de carbono por la hemoglobina hace que se acumule carboxihemoglobina rápidamente en la sangre al prolongarse la exposición. Los niveles de carboxihemoglobina se incrementan especialmente cuando un esfuerzo físico intenso aumenta la respiración por minuto y, en consecuencia, el aporte de la misma al pulmón de los bomberos que combaten un incendio sin equipo de protección individual. No existe una relación aparente entre la densidad del humo y la cantidad de monóxido de carbono en el aire. En particular, los bomberos deben abstenerse de fumar durante las operaciones de desescombro, en las que aún quedan rescoldos humeantes de los materiales que no han ardido totalmente, puesto que esta acción contribuye a incrementar el nivel ya elevado de monóxido de carbono en sangre. 
El cianuro de hidrógeno se produce en la combustión a menor temperatura de materiales ricos en nitrógeno, como las fibras naturales del tipo de la seda y la lana, así como de materiales sintéticos comunes, como el poliuretano y el poliacrilonitrilo. Si arden hidrocarburos combustibles a bajas temperaturas, pueden formarse hidrocarburos de bajo peso molecular, aldehídos (como el formaldehído) y ácidos orgánicos. También se forman óxidos de nitrógeno en cantidades apreciables cuando la temperatura es elevada a causa de la oxidación del nitrógeno atmosférico, y a temperaturas más bajas, si el contenido de nitrógeno del combustible es suficientemente alto. Los plásticos poliméricos entrañan riesgos específicos. Estos materiales sintéticos, que se introdujeron en la construcción y en el mobiliario en los años 50, generan al arder sustancias particularmente tóxicas. En efecto, la acroleína, el formaldehído y los ácidos grasos volátiles suelen estar presentes en los rescoldos humeantes de varios polímeros, incluidos el polietileno y la celulosa natural. 
Los niveles de cianuro aumentan al elevarse la temperatura cuando se queman poliuretano o poliacrilonitrilos; el acrilonitrilo, la piridina de acetonitrilo y el benzonitrilo se producen en cantidades entre los 800 y los 1.000 grados centígrados. Se ha recomendado el uso del cloruro de polivinilo en la fabricación de mobiliario, por considerarse que es un polímero inocuo, debido a que se destruye completamente al arder debido a su elevado contenido de cloro. Por desgracia, este material genera una gran cantidad de ácido clorhídrico y, a veces, de dioxinas si el incendio se prolonga. El peligro de los materiales sintéticos es mayor en condiciones de fuego lento humeante y sin llamas que en condiciones de elevado calor. El hormigón absorbe gran cantidad de calor y puede actuar como “esponja” de los gases atrapados que posteriormente se liberan del material poroso, lo que libera cloruro de hidrógeno y otros humos tóxicos mucho tiempo después de la extinción del incendio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario