domingo, 15 de junio de 2014

RIESGOS DE LA LUCHA CONTRA INCENDIOS

Tee L. Guidotti* El personal de la brigada contra incendios puede trabajar a jornada completa, a tiempo parcial, en régimen de pago por servicios prestados, sin cobrar, servicios voluntarios o una combinación de estos sistemas. El tipo de organización elegido dependerá del tamaño de la comunidad, del valor de la propiedad protegida, de los riesgos concretos de incendio y del número de llamadas recibidas habitualmente. Así, las poblaciones importantes precisan de brigadas contra incendios dotadas de todos sus efectivos y plenamente equipadas con los medios adecuados. 
En las poblaciones pequeñas, urbanizaciones y zonas rurales con escaso número de llamadas, se cuenta normalmente con voluntarios o bomberos que cobran por cada servicio, bien para completar la totalidad de la dotación del equipo de lucha contra incendios, o para prestar ayuda a brigadas permanentes que normalmente cuentan con unos efectivos mínimos. 
Aunque existen cuerpos de bomberos voluntarios eficaces y perfectamente equipados, las poblaciones grandes precisan un cuerpo permanente de bomberos profesionales. Ciertamente, un cuerpo de bomberos voluntarios o a tiempo parcial no es idóneo para realizar un trabajo de vigilancia continua para la prevención de incendios, que constituye una parte esencial de la actividad de un moderno cuerpo de bomberos. Además, los voluntarios y bomberos que cobran por servicios prestados pueden tener otros trabajos, que deberán abandonar durante un tiempo, con el consiguiente perjuicio para las empresas. 
Si no existe un cuerpo de bomberos permanente, los voluntarios deben presentarse en la central de incendios antes de acudir a una llamada, lo que supone una cierta demora. Si la plantilla de bomberos profesionales es escasa, es imprescindible contar con un refuerzo de bomberos voluntarios o a tiempo parcial. Asimismo, se debe contar con una reserva disponible para prestar auxilio a los cuerpos de bomberos de la vecindad dentro de una política de mutua ayuda. 
La profesión de bombero es única, en cuanto que su trabajo se considera peligroso y sucio, pero indispensable e, incluso, prestigioso. Los bomberos son objeto de reconocimiento público por la indispensable labor que realizan. Estos trabajadores son conscientes de los riesgos y de que su trabajo entraña una exposición periódica a sustancias extremas de estrés. Además, los bomberos están también expuestos a graves riesgos físicos y químicos hasta cierto punto poco comunes entre los trabajadores de otros sectores.

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