miércoles, 11 de junio de 2014

Medidas de prevención

Aunque el enfoque preventivo varía en función de cada tipo de trabajo, algunas medidas son comunes a todos o casi todos ellos. En muchos empleos se exige actualmente a los trabajadores que participen en el proceso denominado de “investigación de incidentes graves” después de ocurrir los mismos. Durante el interrogatorio, el sujeto comenta el incidente en presencia de un especialista en salud mental, con el objeto de conocer su impresión sobre el incidente y su opinión respecto a su propia actuación. El proceso de "investigación de incidentes graves", ha demostrado gran eficacia en la prevención de problemas posteriores derivados de dichos incidentes, como el síndrome de estrés postraumático. 
El proceso de selección de los policías y bomberos suele consistir en unas pruebas rigurosas de aptitud física en el momento de la contratación y, en muchos servicios, se exigen programas de ejercicios y de formación permanente para mantener esa aptitud física. Aunque el objetivo central de estos programas es mantener un nivel satisfactorio y constante de rendimiento, uno de sus efectos adicionales es el de reducir la probabilidad de lesiones. 
El riesgo de infección es difícil de prever, debido a que las víctimas no siempre muestran síntomas externos de estar infectadas. Actualmente se instruye al personal de urgencias en la adopción de “precauciones generales” para manipular fluidos corporales, y en el uso de equipos de protección, tales como guantes y gafas de seguridad, antes de exponerse al contacto con dichos fluidos. Sin embargo, con frecuencia tales incidentes son imprevisibles o difíciles de controlar si la víctima se muestra violenta o irracional. En caso de riesgo elevado, se aconseja la vacunación contra la hepatitis B. Asimismo, se recomienda el empleo de equipos de reanimación desechables para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. Hay que tener especial cuidado con agujas y otros objetos cortantes o punzantes. 
Cualquier mordisco producido por una persona debe limpiarse cuidadosamente y tratarse con penicilina u otros antibióticos similares. Si se confirma la infección por VIH de la persona a cuyo contacto ha estado expuesto el trabajador o se sospecha la transmisión del virus a partir del pinchazo de una aguja o de otro contacto peligroso con sangre u otros fluidos corporales, debe consultarse con un médico la conveniencia de administrar fármacos antivíricos que reduzcan las posibilidades de infección del trabajador. 
La transmisión de la tuberculosis a un trabajador expuesto puede confirmarse mediante pruebas dermatológicas y tratarse con medidas profilácticas antes de que se convierta en una enfermedad grave. Otras medidas preventivas son específicas para cada profesión en particular.

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