viernes, 13 de junio de 2014

METODOS DE EXTINCION DE INCENDIOS - II

En la Figura 95.2 se muestra un bombero provisto de equipo de protección individual que combate un incendio en un edificio con una manguera de extinción de incendios. Estas operaciones entrañan los mayores riesgos de sufrir lesiones, con independencia de las herramientas utilizadas y de las operaciones realizadas. Son especialmente frecuentes las lesiones de espalda, las distensiones musculares, las lesiones producidas por caídas y el estrés por calor. La frecuencia de los trastornos cardiopulmonares entre los bomberos se atribuye en parte a la presencia de gases tóxicos y al nivel de actividad física exigido en las áreas de incendios. Esto ha inducido a muchos cuerpos de bomberos a incorporar en sus departamentos programas de aptitud física junto con programas de seguridad total. En muchos lugares se han puesto en práctica medidas para reducir el estrés producido por los incidentes graves, dado que los bomberos afrontan situaciones que pueden generar graves reacciones emocionales. Estas reacciones son normales ante situaciones sumamente anómalas. 
La misión del cuerpo de bomberos consiste en preservar la vida y la propiedad; por consiguiente, la seguridad en el escenario de un incendio es de capital importancia. El aumento de la seguridad en el lugar del incendio subyace en muchas de las operaciones que se analizan en este artículo. Muchos de los peligros que acechan en los incendios se deben a la naturaleza misma del fuego. 
Así, el retroceso de llama y la deflagración pueden ser mortales para los bomberos. El retroceso de llama se debe a la introducción de aire en una zona recalentada en la que se ha consumido el oxígeno. La deflagración es la acumulación de calor en una zona hasta que, de repente, se incendia todo lo que hay en ese área. Ambos fenómenos reducen el nivel de seguridad y contribuyen a incrementar los daños materiales. La ventilación es uno de los métodos de control que utilizan los bomberos; sin embargo, el aumento de la ventilación puede producir graves daños materiales. 
A menudo se observa como los bomberos rompen ventanas o practican agujeros en el techo, con lo que la intensidad del fuego parece recrudecerse. Esto se debe a que el humo y los gases tóxicos escapan de la zona del incendio. No obstante, se trata de una medida imprescindible en la lucha contra incendios. Se debe prestar especial atención al posible desplome de los techos, al establecimiento de una vía de salida rápida y, al uso de mangueras de apoyo para proteger al personal y la propiedad.

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