viernes, 26 de septiembre de 2014

Riesgos potenciales para la salud

Debido a la extensa variedad de fórmulas empleadas por cada fabricante, y a los diferentes métodos de empaquetado y mezclado de los productos fotográficos, sólo pueden hacerse recomendaciones generales acerca de los riesgos que presenta la fotografía en blanco y negro. La afección más común es la dermatitis de contacto, originada principalmente por el contacto de la piel con los líquidos reveladores. Se trata de soluciones alcalinas que suelen contener hidroquinona y, en algunos casos, p-metilaminofenolsulfato (conocido también como metol o KODAK ELON). Los reveladores irritan la piel y los ojos y pueden causar reacciones alérgicas de la piel en individuos sensibles. El ácido acético es el componente más peligroso en los baños de paro. Aunque los baños de paro concentrados son muy ácidos y pueden causar quemaduras por contacto en piel y ojos, las soluciones de trabajo sólo presentan una capacidad irritante baja o moderada. Los fijadores contienen tiosulfato de sodio (hypo) y diferentes sulfitos (por ejemplo, metabisulfito sódico) y no entrañan grandes riesgos para la salud. 
Además de los riesgos para la piel y los ojos, existe el peligro de inhalación de gases y vapores de determinadas soluciones fotográficas, sin olvidar las molestias que producen los malos olores, especialmente en locales insuficientemente ventilados. Algunos productos químicos empleados en fotografía (por ejemplo, los fijadores) emiten gases, como el amoníaco o el dióxido de azufre, generados por degradación de las sales de amonio y sulfito, respectivamente. Son gases que, al igual que el ácido acético que desprenden los baños de paro, pueden irritar las vías respiratorias superiores y los ojos. El efecto irritante de estos gases y vapores depende de la concentración, aunque la exposición normal de los trabajadores que manejan estos productos no suele llegar a niveles de riesgo. Las personas más sensibles (con problemas de salud previos, como el asma) pueden presentar síntomas tras exposiciones por debajo de los límites habituales en la profesión. Debido al bajo umbral de olor de los productos químicos, son fáciles de detectar. Aunque el fuerte olor no implica necesariamente peligro para la salud, la existencia de olores fuertes, o de el aumento en la intensidad de éstos pueden indicar que el sistema de ventilación no es el adecuado y que precisa ser revisado.

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