viernes, 19 de septiembre de 2014

Precauciones generales

Pueden citarse las siguientes: un diseño apropiado del estudio, que tenga en cuenta el tipo de fuentes de energía utilizadas y la ubicación y movilidad de los materiales; separación de las actividades peligrosas, señaladas por carteles de advertencia; instalación de sistemas de extracción para controlar y eliminar polvos, gases, humos, vapores y aerosoles; utilización de equipos de protección individual adecuados y de la talla correcta; instalaciones de limpieza eficaces, como duchas, lavabos, fuentes para el lavado de ojos, etc.; conocimiento suficiente de los riesgos que comporta la utilización de sustancias químicas y de las normativas que rigen su uso, con el fin evitar, o al menos reducir, daños potenciales; información actualizada acerca de los posibles riesgos de accidente y de las normas en materia de higiene, y formación sobre primeros auxilios. Es necesario que haya una ventilación aspirante local que elimine el polvo en suspensión en el aire junto al lugar en que éste se produce, que es donde suele ser más abundante. Asimismo, es recomendable aspirar, en seco o con agua, o fregar el suelo y las superficies de trabajo todos los días.

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