jueves, 18 de septiembre de 2014

ESCULTURA

En el pasado, el grabado y la talla de la piedra, la madera, el hueso y otros materiales eran artes escultóricas. Más tarde, la escultura desarrolló y adoptó técnicas más refinadas para modelar arcilla y escayola, así como métodos de moldeado y soldadura de metales y vidrio. A lo largo del último siglo se han incorporado a la escultura nuevas técnicas y materiales: espuma plástica, papel, materiales encontrados y diferentes fuentes de energía, como la luz, la energía cinética, etc. 
Por otra parte, muchos escultores modernos persiguen la participación activa del espectador. En la escultura es frecuente aprovechar el color natural de los materiales y tratar las superficies para obtener un determinado color, resaltar sus características naturales o modificar los reflejos de la luz. Son técnicas que se aplican en la fase final de la obra de arte. Los riesgos para la salud y la seguridad de los artistas y de sus ayudantes tienen su origen en las características de los materiales; en la utilización de herramientas y equipos; en las diversas fuentes de energía (sobre todo la eléctrica) que requiere el funcionamiento de las herramientas, y en el calor desprendido en la soldadura y otras técnicas de fundido. La falta de información entre los artistas y la concentración en su trabajo son factores que explican la escasa atención que suelen prestar a las medidas de seguridad, lo que puede originar graves accidentes y la aparición de enfermedades profesionales. Algunos riesgos están ligados al diseño del lugar de trabajo o a la organización de éste (p. ej., por realizar demasiadas tareas al mismo tiempo). Aunque los riesgos de este tipo existen en todos los lugares de trabajo, en el ámbito de las actividades artísticas y artesanales las consecuencias pueden ser mucho más graves.

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