sábado, 27 de septiembre de 2014

Gestión de riesgos

La clave para trabajar de forma segura con los productos químicos de fotografía es conocer los posibles riesgos para la salud que entraña la exposición a ellos y mantener los niveles de riesgo en valores aceptables. El reconocimiento y control de dichos riesgos empieza por leer y comprender las etiquetas de los productos y las fichas técnicas de seguridad. En el cuarto oscuro es importante evitar el contacto de la piel con los productos del revelado. Los guantes de neopreno resultan muy útiles como medida de prevención, sobre todo en las zonas donde se mezclan los distintos productos y donde se encuentran las soluciones más concentradas. 
Los guantes deben tener un espesor suficiente para reducir la posibilidad de rasgaduras o agujeros y deben revisarse y lavarse con frecuencia, por fuera y por dentro, a ser posible con jabón de manos no alcalino. Además de los guantes deben utilizarse pinzas para evitar el contacto con la piel. Las cremas protectoras no son recomendables para trabajar con productos químicos, ya que algunos de ellos pueden traspasarlas y se corre el riesgo de contaminar las diferentes soluciones fotográficas. Sí conviene utilizar delantales y batas de laboratorio dentro del cuarto oscuro, así como lavar frecuentemente la ropa de trabajo. Se recomienda asimismo llevar gafas protectoras, especialmente en las zonas donde se manipulan líquidos fotográficos concentrados. 
En caso de contacto de la piel con estos productos, debe lavarse la zona afectada lo antes posible con agua abundante. Ya que algunos de los materiales empleados, como los reveladores, son alcalinos, puede reducirse el riesgo de que se produzca una dermatitis utilizando un jabón no alcalino (con un pH de 5,0 a 5,5) para lavarse las manos. La ropa ensuciada por un producto químico debe cambiarse de inmediato, y cualquier salpicadura o derrame ha de limpiarse nada más producirse. En las zonas destinadas al revelado y las mezclas es importante disponer de medios para lavarse las manos y enjuagarse los ojos, y cuando se utiliza ácido acético glacial o concentrado también debe contarse con duchas para emergencias. Otro aspecto fundamental en lo que respecta a la seguridad en el cuarto oscuro es la existencia de una ventilación adecuada. La cantidad necesaria depende de las condiciones del local y de los productos químicos utilizados. 
Para trabajos básicos de fotografía en blanco y negro lo adecuado es disponer de una ventilación general (por ejemplo, de 4,25 m3/min de ventilación de entrada, y de 4,8 m3/min de ventilación aspirante, lo que equivale a diez renovaciones del aire por hora en una habitación de 3 × 3 × 3 m), y contar con una tasa mínima de renovación de aire exterior de 0,15 m3/min/m2 de superficie. El aire de salida debe dirigirse al exterior del edificio para evitar la redistribución de agentes contaminantes. Los procesos más delicados, como el virado (que en lugar de plata emplea sulfuro de plata, selenio y otros metales), el intensificado (oscurecimiento de partes de la imagen con productos como el dicromato potásico o clorocromato potásico) y las mezclas (con polvos y soluciones concentradas) requieren ventilación aspirante local suplementaria o protección respiratoria.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario