miércoles, 3 de septiembre de 2014

Actividades artísticas y artesanales

Los artistas y artesanos suelen trabajar por cuenta propia y por lo común lo hacen en estudios, en sus hogares, o en los patios de sus casas, con medios escasos e inversiones pequeñas. El oficio suele pasar de generación en generación y su aprendizaje es informal, especialmente en países en desarrollo (McCann 1996). 
En los países industrializados, muchos artistas y artesanos llevan a cabo su aprendizaje en centros de formación profesional. Aunque hoy en día son millones las personas dedicadas a este sector en todo el mundo y la artesanía es una parte importante de la economía de muchos países, apenas existen estadísticas sobre el número de artistas y artesanos. Según cálculos de distintas fuentes, en Estados Unidos hay aproximadamente unos 500.000 artistas, artesanos y profesores de arte profesionales. En México se estima que hay unas 5.000 familias dedicadas exclusivamente a la cerámica en sus hogares. 
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha revelado que entre 1980 y 1990 el 24 % de la población activa en América Latina trabajaba por cuenta propia (OPS 1994). En otros estudios de este sector los porcentajes eran similares o superiores (OMS 1976; Henao 1994). Se desconoce el porcentaje correspondiente a artistas y artesanos. Las actividades artísticas y artesanales han evolucionado gracias a las nuevas tecnologías, y los artistas han ido incorporando a su trabajo procesos y productos químicos modernos, como plásticos, resinas, equipos con dispositivos láser, fotografía, etc. (McCann 1992a; Rossol 1994). 
En la Tabla 96.2 se recogen los diferentes riesgos físicos y químicos presentes en los procesos artísticos. Al igual que otros sectores informales, el de las actividades artísticas y artesanales apenas se encuentra reglamentado, por lo que suele estar excluido de la legislación en materia de indemnizaciones a los trabajadores y de otras disposiciones sobre seguridad y salud en el trabajo. 
Las instituciones oficiales encargadas de ello desconocen en muchos países los riesgos laborales a los que se exponen los artistas y artesanos, que no están cubiertos por los servicios de salud en el trabajo. Es preciso encontrar el modo de instruir a los artistas y artesanos sobre los riesgos que entrañan los materiales y procesos que emplean, y sobre las precauciones que exigen, así como facilitarles el acceso a los servicios de salud laboral.

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