Tee L. Guidotti*
El personal de la brigada contra incendios puede trabajar a
jornada completa, a tiempo parcial, en régimen de pago por
servicios prestados, sin cobrar, servicios voluntarios o una combinación
de estos sistemas. El tipo de organización elegido dependerá
del tamaño de la comunidad, del valor de la propiedad
protegida, de los riesgos concretos de incendio y del número de
llamadas recibidas habitualmente. Así, las poblaciones importantes
precisan de brigadas contra incendios dotadas de todos sus
efectivos y plenamente equipadas con los medios adecuados.
En las poblaciones pequeñas, urbanizaciones y zonas rurales
con escaso número de llamadas, se cuenta normalmente con
voluntarios o bomberos que cobran por cada servicio, bien para
completar la totalidad de la dotación del equipo de lucha contra
incendios, o para prestar ayuda a brigadas permanentes que
normalmente cuentan con unos efectivos mínimos.
Aunque existen cuerpos de bomberos voluntarios eficaces y
perfectamente equipados, las poblaciones grandes precisan un
cuerpo permanente de bomberos profesionales. Ciertamente, un
cuerpo de bomberos voluntarios o a tiempo parcial no es idóneo
para realizar un trabajo de vigilancia continua para la prevención
de incendios, que constituye una parte esencial de la actividad
de un moderno cuerpo de bomberos. Además, los
voluntarios y bomberos que cobran por servicios prestados
pueden tener otros trabajos, que deberán abandonar durante un
tiempo, con el consiguiente perjuicio para las empresas.
Si no
existe un cuerpo de bomberos permanente, los voluntarios
deben presentarse en la central de incendios antes de acudir a
una llamada, lo que supone una cierta demora. Si la plantilla de
bomberos profesionales es escasa, es imprescindible contar con
un refuerzo de bomberos voluntarios o a tiempo parcial.
Asimismo, se debe contar con una reserva disponible para
prestar auxilio a los cuerpos de bomberos de la vecindad dentro
de una política de mutua ayuda.
La profesión de bombero es única, en cuanto que su trabajo
se considera peligroso y sucio, pero indispensable e, incluso,
prestigioso. Los bomberos son objeto de reconocimiento público
por la indispensable labor que realizan. Estos trabajadores son
conscientes de los riesgos y de que su trabajo entraña una exposición
periódica a sustancias extremas de estrés. Además, los
bomberos están también expuestos a graves riesgos físicos y
químicos hasta cierto punto poco comunes entre los trabajadores
de otros sectores.
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