Las lesiones asociadas a la lucha contra incendios son fáciles de
predecir: quemaduras, caídas y golpes por caídas de objetos.
La mortalidad producida por estos factores es notablemente
mayor entre los bomberos que en otras categorías de trabajadores.
El trabajo de lucha contra incendios se caracteriza por un
elevado riesgo de sufrir quemaduras, especialmente para los
trabajadores que acuden los primeros al lugar del incendio o que
están más cerca de las llamas, como ocurre con el bombero que
sostiene la boquilla de la manguera. Asimismo, las quemaduras se
asocian más frecuentemente con los incendios en sótanos, cuando
existen antecedentes de una lesión anterior al siniestro y cuando
la formación se ha impartido fuera del departamento de
incendios. Las caídas suelen relacionarse con el uso del equipo
de protección respiratoria autónomo y el servicio en las flotillas
de camiones.
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