Los bomberos deben situar en primer lugar la seguridad,
tener una actitud sensible hacia la seguridad y en el contexto de
una estructura organizativa que promueva la seguridad.
Además, se les debe suministrar ropa de protección adecuada
que les permita libertad de movimientos y les proteja contra el
calor. El bombero que combate fuegos estructurales debe llevar
trajes resistentes al fuego (ignífugos) y un equipo autónomo de
protección respiratoria.
El tipo de ropa a utilizar suele estar en función de los tipos de
riesgos a que está expuesto el bombero fuera de la zona del
incendio en la línea de lucha contra el fuego; el bombero urbano
se suele mover en el interior de una estructura donde se produce
un calor intenso y se da la presencia de gases tóxicos. Los cascos,
botas y guantes proporcionan a los bomberos la protección
adecuada frente a los riesgos a que están expuestos. Las dotaciones
de bomberos precisan una formación específica que
asegure a sus miembros la adquisición de los conocimientos
y habilidades necesarias para realizar su trabajo de forma segura
y eficaz. La formación suele consistir en un programa de entrenamiento
en el mismo cuerpo, en el que se combina la formación
en el puesto de trabajo con estudios teóricos concretos.
La
mayoría de las administraciones públicas provinciales y estatales
cuentan con organismos cuya función es desarrollar diversos
programas de formación.
Norteamérica está a la cabeza del mundo en las estadísticas
de daños materiales, y muchos de sus organismos públicos tienen
establecidos programas de prevención destinados a reducir las
pérdidas materiales y de vidas humanas en sus respectivos territorios.
La evidencia estadística de que es más barato prevenir
que reconstruir, ha impulsado a las administraciones más
emprendedoras a realizar una campaña divulgativa de educación
pública y aplicación de la normativa.
Por otra parte, sólo el
10 % de las empresas que sufren un siniestro total debido al
fuego consiguen ser reconstruidas. Esto hace que las pérdidas
causadas por el fuego en una comunidad puedan ser inmensas,
ya que al coste de la reconstrucción se añade la pérdida irrecuperable
de ingresos fiscales, puestos de trabajo y vidas humanas.
Esto pone de relieve la importancia de la colaboración del
cuerpo de bomberos con la comunidad en un esfuerzo por
proteger la vida y la propiedad.
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