Los recintos que albergan grandes instituciones como escuelas
universitarias y universidades pueden compararse a pequeñas
ciudades por el tamaño de su población, el área geográfica, el
tipo de servicios básicos necesarios y la complejidad de las actividades
que se llevan a cabo. Además de los riesgos para la salud y
la seguridad de carácter profesional generados en dichas instituciones
(analizados en el capítulo Servicios públicos y gubernamentales),
es necesario abordar una amplia gama de motivos de preocupación
relacionados con el hecho de que un gran número de
personas vivan, trabajen y desarrollen su actividad académica en
un área delimitada.
La gestión de residuos en los campus suele ser un difícil reto.
La legislación medioambiental en muchas jurisdicciones exige
un control estricto de las emisiones de agua y gas producidas por
las actividades de enseñanza, investigación y prestación de servicios.
En ciertas situaciones, las inquietudes expresadas por la
comunidad externa pueden exigir una actuación en materia de
relaciones públicas.
En los programas de evacuación de residuos químicos y
sólidos, deben tenerse en cuenta factores profesionales,
medioambientales y relacionados con la salud de la colectividad.
La mayoría de las grandes instituciones disponen de programas
globales para la gestión de los distintos residuos generados:
sustancias químicas tóxicas, isótopos radioactivos, plomo,
amianto, residuos biomédicos, basura, desechos líquidos y materiales
de construcción. Un problema planteado es la coordinación
de estos programas en los campus, debido al gran número
de departamentos diferentes, que suelen adolecer de una comunicación
deficiente entre sí.
Las escuelas universitarias y las universidades difieren de las
empresas por las cantidades y los tipos de residuos peligrosos
producidos.
Por ejemplo, los laboratorios de los campus suelen generar cantidades limitadas de sustancias químicas peligrosas
muy variadas. Los métodos de control de este tipo de residuos
pueden consistir en la neutralización de ácidos y álcalis, la recuperación
de disolventes a pequeña escala mediante la destilación
y el empaquetado “de laboratorio”, caracterizado por la colocación
de pequeños contenedores de sustancias químicas peligrosas
y compatibles en tambores separados por serrín u otros
materiales de embalaje para evitar roturas. Puesto que los
campus pueden generar grandes cantidades de residuos de
papel, cristal, metal y plástico, es posible aplicar programas
de reciclado como demostración de responsabilidad colectiva y
como parte de la función educativa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario