martes, 28 de octubre de 2014

Riesgos y precauciones - III

Pintura y acabado 

Las maderas pueden pintarse con muchos tipos de pintura; colorearse, lacarse y barnizarse; y tratarse con aceite de linaza y de otros tipos. Entre los materiales empleados en los procesos de acabado están el barniz de laca, los revestimientos de poliuretano y las ceras. Muchos de estos productos se aplican con aerosoles, y algunos artesanos elaboran sus propias pinturas con pigmentos secos. Los principales riesgos para la salud son la inhalación de polvo de pigmentos tóxicos (sobre todo los pigmentos de cromato de plomo), la inhalación y el contacto con la piel de disolventes, el peligro de incendio por disolventes inflamables, y la combustión espontánea de trapos impregnados con disolventes y esencia de trementina. Como medidas preventivas se recomienda utilizar pinturas comerciales en lugar de pinturas de fabricación propia; abstenerse de comer, beber o fumar en la zona de trabajo; sustituir las pinturas con disolventes por otras a base de agua, y colocar los trapos impregnados de aceites y disolventes en botes con cierre automático, o incluso dentro de cubos de agua. Con los disolventes deben adoptarse ciertas precauciones, como el empleo de gafas protectoras y guantes y de una ventilación adecuada del local; el trabajo en exteriores, y la utilización de aparatos respiradores con cartuchos para vapores orgánicos. Es recomendable aplicar los productos con brocha, cuando sea posible, para evitar los riesgos de los aerosoles. Los procesos de acabado con aerosoles deben realizarse dentro de cabinas a prueba de explosiones de aerosoles y empleando aparatos respiradores con filtros para aerosoles y cartuchos para vapores orgánicos; deben evitarse las llamas abiertas, los cigarrillos encendidos y otras fuentes de ignición (por ejemplo, pilotos encendidos) al aplicar acabados inflamables o al utilizar aerosoles. 

Eliminación de pinturas 

La eliminación de las pinturas y barnices viejos se realiza con productos decapantes que contienen disolventes tóxicos y por lo común inflamables. Los productos “no inflamables” para eliminar pinturas suelen contener cloruro de metileno. Se emplea también sosa cáustica (hidróxido de sodio), ácidos y sopletes. Los tintes de maderas viejas suelen eliminarse con productos blanqueadores que contienen álcalis corrosivos y ácido oxálico, peróxido de hidrógeno e hipoclorito. Los sopletes a veces vaporizan la pintura, con el consiguiente riesgo de intoxicación por el plomo que tienen algunas pinturas; asimismo pueden provocar incendios. Respecto a las precauciones necesarias al manejar disolventes para eliminar la pintura, véase la sección anterior. Hay que emplear guantes y gafas protectoras para trabajar con sosa cáustica, y blanqueadores de ácido oxálico o de cloro. Es recomendable disponer de una ducha de emergencia y una fuente para el lavado de los ojos. Por último, deben evitarse los sopletes para eliminar pinturas con plomo.

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