Polvos de origen vegetal
Muchos trabajadores de la industria expuestos al polvo de
algodón en rama, pita, yute y otras fibras vegetales en sus puestos
de trabajo han desarrollado problemas crónicos de pulmón,
como bisinosis, enfermedad cuyos primeros síntomas son opresión
torácica y falta de aliento, y que puede acabar en situación
de incapacidad al cabo de los años. La exposición al polvo de
fibras vegetales puede provocar irritación pulmonar y enfermedades
como asma, fiebre del heno, bronquitis y enfisema. Otras
sustancias relacionadas con las fibras vegetales, como mohos,
tintes y aprestos, pueden causar alergias y otras reacciones.
Polvos de origen animal
Las fibras de origen animal, como lana, pelo, piel y plumas, a
menudo se encuentran contaminadas con bacterias, mohos,
piojos y garrapatas, y pueden causar fiebre Q, sarna, problemas
respiratorios, erupciones en la piel, ántrax, alergias, etc., si no han
sido tratadas o fumigadas antes de su uso. Se han dado casos de
muerte por inhalación de ántrax en artesanos tejedores, uno de
ellos ocurrido en California en 1976.
Materiales sintéticos
No se conocen bien los efectos del polvo de las fibras de poliéster,
nailon, acrílicas, rayón y acetatos. Algunas fibras plásticas liberan
gases, componentes o residuos que permanecen en la fábrica
después de su manufactura, como sucede con el formaldehído
liberado por las fibras de poliéster y las de planchado permanente. En individuos sensibles se han dado casos de
respuestas alérgicas en locales y almacenes que tenían estos materiales,
y algunas personas han sufrido erupciones cutáneas al
llevar ropa hecha de estas fibras, incluso después de varios
lavados.
Los procesos de calentamiento, abrasado y otras formas de
modificación química de los materiales sintéticos pueden liberar
gases y vapores potencialmente peligrosos.
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