Entre los materiales comúnmente empleados para pavimentos
interiores se incluyen la piedra, ladrillos, paneles de suelo,
moqueta textil, linóleo y plástico. La colocación de pavimentos de
terrazo, baldosas o entarimado de madera pueden exponer a un
operario a polvos que pueden causar alergias o dañar la respiración
o los pulmones. Además, las colas o adhesivos empleados
para la colocación de baldosas o moquetas contienen a menudo
disolventes potencialmente tóxicos.
Los colocadores de moquetas pueden dañarse las rodillas al
arrodillarse y al golpearse en una rodilla al estirar la moqueta
para ajustarla.
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