La operación segura de una grúa es responsabilidad de todas las
partes involucradas. Los fabricantes de grúas son responsables del
diseño y fabricación de máquinas que sean estables y tengan una
sólida estructura. Las capacidades de las grúas tienen que estar
computadas adecuadamente, de modo que haya las suficientes
salvaguardas para evitar accidentes causados por exceso de carga
e inestabilidad. Instrumentos tales como limitadores de carga e
indicadores del ángulo y longitud de la pluma ayudan a los
maquinistas en el manejo seguro de una grúa. (Los dispositivos
sensores de líneas eléctricas han dado resultados no fiables). Todas
las grúas deberán tener un indicador de carga-seguro, automático,
eficaz y fiable. Además, los fabricantes de grúas deberán
introducir adaptaciones del diseño que faciliten un acceso seguro
para un manejo y mantenimiento seguros.
Los riesgos pueden
reducirse con un diseño claro de los paneles de control, insertando
una tarjeta al alcance del maquinista que especifique las
configuraciones de carga; incluirá barandillas, ventanas antideslumbrantes,
ventanas que se extiendan hasta el suelo de la cabina,
asientos confortables y aislamiento térmico y acústico. En algunos
climas, las cabinas con calefacción y aire acondicionado contribuyen
al confort del operario y reducen su fatiga.
Los propietarios de las grúas son los responsables de mantener
las máquinas en buenas condiciones asegurándose de que se
efectúen inspecciones regulares y un mantenimiento adecuado
y empleando a maquinistas competentes. Los propietarios
deberán ser capaces de recomendar la máquina más idónea para
cada trabajo. Una grúa asignada a un proyecto deberá poder
transportar la carga más pesada que le corresponda. La grúa
deberá ser inspeccionada por una persona competente antes de
ser asignada a un proyecto y, una vez en él, diaria y periódicamente
(de acuerdo con las recomendaciones del fabricante),
llevando un registro del mantenimiento. Se practicará una ventilación
para eliminar o diluir el escape del motor de las grúas que
trabajen en zonas cerradas. Igualmente se suministrará protección
auditiva, si procede. Los supervisores de la obra deben establecer
planes de antemano. Mediante una planificación
adecuada se puede evitar tener que trabajar cerca de tendidos
eléctricos. Si se tuviera que trabajar cerca de líneas de alta
tensión deberán respetarse las distancias de separación obligatoria
(véase la Tabla 93.6). Si no se puede evitar el trabajo cerca
de las líneas eléctricas, el cable deberá desconectarse o aislarse.
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