Para ayudar al maquinista cuando trabaje en los límites de
proximidad de líneas eléctricas se deberá recurrir a un señalista.
El terreno, incluso el acceso y los alrededores de la zona de
trabajo, deben poder soportar el peso de la grúa con la carga en
suspensión. Si es posible, la zona de trabajo de la grúa se acordonará
para evitar lesiones durante la operación de izado.
Cuando el maquinista no pueda ver la carga claramente, se utilizará
a un señalista. Este último y el maquinista deben estar
instruidos y entender bien las señales de mano y otros aspectos
del trabajo. Se proveerán aparejos adecuados para la sujeción,
de modo que los estibadores puedan asegurar que no se
produzca la caída o deslizamiento de la carga. El equipo de
estiba debe estar entrenado en el embragado y desembragado
de las cargas. Una buena comunicación es vital para la seguridad
en el manejo de grúas.
Todos los aditamentos de seguridad
y dispositivos de alarma deberán estar en buen estado de funcionamiento
y no se desconectarán en ningún caso. La grúa debe
estar nivelada y manejarse con arreglo a la tabla de cargas de la
misma. Las patas deberán estar totalmente extendidas o
dispuestas de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Para
evitar una carga excesiva, el maquinista debe conocer de antemano
el peso a levantar, y emplear limitadores de carga y otros
indicadores. El maquinista siempre trabajará conforme a las
prácticas seguras de manejo de grúas. Todas las cargas deberán
estar totalmente aseguradas antes de ser izadas. El movimiento
con carga debe ser lento; la pluma nunca debe ser prolongada o
acortada de tal modo que pueda comprometer la estabilidad de
la grúa. No se manejarán las grúas cuando la visibilidad sea
escasa o cuando el viento pueda hacer que el maquinista pierda
el control de la carga.
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