Otros métodos de soldadura. Con escasa frecuencia y por distintas
razones, en el astillero se utilizan a veces otras técnicas de soldadura.
La soldadura eléctrica con escorias se basa en la transferencia
de calor por escorias fundidas, que a su vez funden la pieza de
trabajo y el metal de relleno. Aunque el equipo que se utiliza es
semejante al de soldadura al arco eléctrico, las escorias se
mantienen fundidas por su resistencia a la corriente que circula
entre el electrodo y la pieza de trabajo; por tanto, se trata de una
forma de soldadura por resistencia eléctrica. Es frecuente
colocar una placa de soporte refrigerada bajo la pieza de trabajo
para retener la masa fundida. En la soldadura eléctrica por gas se
utiliza un equipo similar, pero con un electrodo revestido de
fundente y en atmósfera protectora de CO2. Ambas técnicas
se prestan muy bien a la soldadura automática vertical de piezas
a tope, y es muy eficaz con planchas gruesas. Cabe esperar que
estas técnicas se apliquen con mayor frecuencia en el sector de la
construcción naval.
Soldadura por aluminotermia. Se basa en el uso de metal líquido
extremadamente caliente para fundir la pieza de trabajo y el
material de relleno aportado. El metal líquido se obtiene por
reacción química entre un óxido fundido y aluminio. El líquido
se vierte en la cavidad que forman las piezas que van a soldarse,
y el conjunto se envuelve en un molde de arena. Se trata de una
técnica muy similar a la fundición por vaciado, y se utiliza sobre
todo para reparar piezas vaciadas o forjadas o grandes secciones
estructurales, como el armazón de popa.
Soldadura con láser. Es una tecnología nueva que utiliza un haz
de láser para fundir y unir las piezas. La viabilidad de la soldadura
con láser está demostrada, el coste ha impedido hasta
ahora su aplicación comercial. El potencial que presenta como
técnica de soldadura eficaz y de alta calidad puede generalizar
su uso en la construcción naval del futuro.
Otra técnica relativamente moderna es la soldadura por haz de
electrones. Consiste en proyectar un chorro de electrones sobre las
piezas a través de un orificio y en atmósfera de gas inerte. Esta
técnica no se basa en la conductividad térmica del material, y
presenta por ello dos ventajas considerables: menor consumo de
energía y poco efecto metalúrgico sobre el acero. Como la soldadura
por láser, presenta el inconveniente de su elevado coste.
Soldadura con roblonado. Se trata de una variante de la soldadura
al arco en la que se utiliza un roblón como electrodo. La pistola
de soldar sujeta el roblón mientras se forma el arco y hasta que
se funden el roblón y la plancha; a continuación aplica el
primero contra la segunda y los suelda. Como protección se
utiliza una férula cerámica que rodea el roblón. La soldadura
con roblonado es semiautomática y se emplea habitualmente en
construcción naval para la facilitar la instalación de materiales
no metálicos, como los aislantes, en superficies de acero.
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