Controles de protección individuales. Los astilleros han de depender
en gran medida de las diversas formas de protección individual.
La naturaleza de la construcción y reparación de buques no se
presta a concepciones técnicas tradicionales. Los buques son
recintos muy reducidos y cuyo acceso está limitado. Un submarino
en reparación tiene de 1 a 3 escotillas de 0,76 m de
diámetro, a través de las cuales deben pasar tanto los trabajadores
como los equipos. Las conducciones de ventilación que
pueden introducirse por ellas están severamente limitadas.
De igual forma, en los grandes buques se trabaja en su más
profundo interior, y aunque puedan llevarse algunas conducciones
de ventilación hasta el nivel deseado, el número de ellas
es limitado. Además, los ventiladores que impulsan o extraen
el aire por las conducciones de ventilación suelen encontrarse
a la intemperie, generalmente en la cubierta principal, por lo
que su capacidad también se encuentra en cierta medida
limitada.
Además, la construcción y reparación de buques no se efectúa
en una línea de montaje, sino en emplazamientos separados, lo
que hace prácticamente imposible la instalación de controles
técnicos estacionarios. La situación se repite, y con mayor razón,
en buques sometidos a trabajos de reparación que sólo duran
algunos días. En estas situaciones se emplean mayoritariamente
equipos de protección individual.
En los talleres pueden emplearse en mayor medida los
métodos de control técnico tradicionales. La mayor parte de
los equipos y de la maquinaria que se encuentra en los talleres y
en las zonas de montaje se prestan al intervenciones normales de
protección, ventilación, etc. No obstante, también en este tipo de
situaciones deberán utilizarse equipos de protección individual.
Veamos a continuación las diversas aplicaciones de los
equipos de protección individual utilizados en los astilleros:
Soldadura, corte y rectificado. El proceso básico de construcción
y reparación de buques exige trabajos de corte, conformación y
unión de aceros y otros metales. En el proceso se generan
emanaciones metálicas, polvo y partículas. Aunque en ocasiones
puede hacerse uso de la ventilación, los soldadores deben utilizar
cada vez con más frecuencia dispositivos de respiración para
protegerse de las emanaciones y las partículas en suspensión.
También deben utilizar protectores oculares para evitar los
efectos de las radiaciones ultravioleta e infrarroja y para protegerse
de otros riesgos físicos potenciales para ojos y rostro. Para
protegerse de las chispas y otras formas de metal fundido,
los soldadores deben vestir prendas de manga larga, usar
guantes de soldadura y hacer uso de otras protecciones físicas
variadas.
Limpieza por chorro de arena y pintura. Durante la construcción y
la reparación de un buque, es mucho el trabajo de pintura que
se efectúa. En numerosas ocasiones las pinturas y los recubrimientos
los especifica el propietario del buque. Antes de pintar,
los equipos han de someterse a un cierto grado de limpieza por
chorro abrasivo que garantice un buen grado de adherencia y
protección.
La limpieza de pequeñas piezas con chorro abrasivo puede
efectuarse en un recinto cerrado, tal como una caja de manipulación
con guantes. No obstante, las piezas de mayor tamaño se
someten a este tratamiento manualmente. Algunas de estas operaciones de limpieza se realizan a la intemperie, otras en grandes recintos especialmente destinados a tal fin en el interior de edificios o talleres, y otras en el interior de los propios buques o de secciones de éstos. En muchos casos, los operarios encargados de estas tareas de limpieza por abrasión deben utilizar vestimentas de protección total, protectores contra el ruido y dispositivos respiradores alimentados por aire. Asimismo, deben contar con un suministro adecuado de aire apto para respirar (al menos aire respirable de Grado D).
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