La construcción y reparación de buques es uno de los sectores
industriales más peligrosos. El trabajo se desarrolla en medios
peligrosos, tales como recintos cerrados reducidos y alturas considerables.
Buena parte del trabajo manual se efectúa con materiales
y equipos pesados. Por la gran interrelación que hay entre
las tareas, los resultados de un proceso pueden poner en peligro la
integridad del personal que trabaja en otro. Además, como gran
parte del trabajo se hace al aire libre, la climatología puede crear
o agravar situaciones de peligro. Por si esto fuera poco, se
emplean numerosos productos químicos, pinturas, disolventes y
recubrimientos, los cuales pueden entrañar riesgos importantes
para los trabajadores.
Riesgos para la salud
Riesgos químicos que entrañan peligros para la salud de los trabajadores
de los astilleros, y que incluyen:
• polvo originado por la limpieza con chorro de arena;
• exposición a fibras minerales y de amianto en trabajos
de aislamiento;
• vapores y emanaciones procedentes de la pulverización de
pinturas, recubrimientos, disolventes y diluyentes;
• emisiones de trabajos de soldadura autógena, corte y soldadura
con bronce o estaño;
• exposición a los gases empleados en soldaduras diversas, corte
y procesos de calentamiento;
• exposición a productos químicos tóxicos de resinas epoxi,
pinturas antiincrustación de estaño y cobre orgánicos, pinturas
al plomo, aceites, grasas, pigmentos y similares.
Riesgos físicos debidos a la naturaleza manual de los trabajos:
• condiciones ambientales y de temperatura extremas al trabajar
a la intemperie;
• riesgos eléctricos;
• problemas ergonómicos asociados debidos al manejo reiterado
de materiales pesados y voluminosos;
• radiaciones ionizantes y no ionizantes;
• ruidos y vibraciones;
• riesgo de falta de oxígeno al trabajar en depósitos, calderas,
dobles fondos, etc.;
• caídas y deslizamientos en trabajos realizados al mismo nivel o
a gran altura
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