Es típico de la industria del automóvil el mecanizado para la
producción a gran escala de bloques de motor, cigüeñales, transmisiones
y otros componentes. Las operaciones de mecanizado se
llevan a cabo en diversas instalaciones y constituyen el proceso
predominante en la fabricación de estas piezas. En ellas se
producen componentes tales como árboles de levas, engranajes,
satélites de diferencial y tambores de freno. Los puestos de mecanizado
de un solo operario se sustituyen cada vez más por
máquinas de varios puestos, células de mecanizado y cadenas
“transfer” de hasta 200 metros de longitud. Los aceites solubles y
los refrigerantes sintéticos y semisintéticos se imponen cada vez
más a los aceites puros.
En las operaciones de mecanizado son comunes las lesiones
por cuerpos extraños; las principales medidas preventivas al
respecto son el aumento de la mecanización en la manipulación
de materiales y el uso de equipo de protección individual. El
desarrollo de la automatización, en especial las cadenas transfer
de gran longitud, implica un mayor riesgo de traumatismos
agudos; los programas preventivos se basan en la mejora de los
resguardos de las máquinas y el bloqueo de la alimentación de
energía.
Entre las medidas de control de máximo nivel contra la niebla
de refrigerante deben destacarse el confinamiento total de los
puestos de mecanizado y de los sistemas de circulación de
líquido; la ventilación local por extractores, con evacuación al
exterior o recirculación del aire extraído, siempre a través de un
filtro de alto rendimiento; los controles del sistema de refrigeración
para reducir la formación de niebla, y el mantenimiento del
refrigerante para controlar los microorganismos. Debe prohibirse
la adición de nitrito a los líquidos que contienen aminas,
por el riesgo de producción de nitrosoamina. No deben usarse
aceites con elevado contenido de hidrocarburos polinucleares
aromáticos (HPA).
En la cementación, revenido, baños de sales de nitrato y otros
procesos de tratamiento térmico del metal en los que se utilizan
hornos y atmósferas controladas, el microclima puede ser sofocante y puede haber diversas sustancias tóxicas en el aire
(por ej., monóxido de carbono, dióxido de carbono, cianuros).
Los operarios de las máquinas y los trabajadores que manejan
residuos de mecanizado y centrifugan aceite de corte antes de su
filtrado y regeneración están expuestos a dermatitis. Deben facilitárseles
mandiles resistentes al aceite y hay que recomendarles
que se laven completamente al finalizar el turno.
El esmerilado y el afilado de herramientas pueden presentar
peligro de enfermedad por metal duro (enfermedad pulmonar
intersticial) a menos que se mida y controle la exposición al
cobalto. Las muelas deben llevar pantallas protectoras, y los
esmeriladores han de usar protección ocular y facial y equipo de
protección respiratoria.
Normalmente, las piezas mecanizadas se ensamblan para
formar un componente terminado, con los consiguientes peligros
ergonómicos. En las secciones de montaje de motores, las
pruebas y el rodaje de éstos deben realizarse en estaciones
provistas de equipos de evacuación de gases de escape (monóxido
de carbono, dióxido de carbono, hidrocarburos no
quemados, aldehídos, óxidos de nitrógeno) y de instalaciones
de control de ruido (cabinas con paredes fonoabsorbentes, placas
de asiento aislantes). El ruido puede alcanzar niveles de hasta
100 a 105 dB con picos de 600 a 800 Hz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario