Otros peligros químicos y físicos. En la fabricación de machos y en los
productos de la combustión de éstos pueden encontrarse formaldehído,
vapores de aminas y productos de pirólisis de isocianatos.
En la industria del automóvil es característica la fabricación de
machos a gran escala. A mediados del decenio de 1960, la
confección de machos de fenol-formaldehído en caja caliente
sustituyó a la de machos de aceite y arena, produciéndose importantes
exposiciones al formaldehído que, a su vez, determinaron
un aumento de los riesgos de irritación respiratoria, anomalías de
la función pulmonar y cáncer de pulmón. La protección exige
la ventilación por extracción local (VEL) en la máquina de
machos, en los puestos de comprobación de machos y en la cinta
transportadora, y el empleo de resinas de baja emisión. Cuando
se ha sustituido la fabricación de machos de fenol-formaldehído
por sistemas de poliuretano endurecido con aminas en caja fría,
se requiere un mantenimiento eficaz de las juntas de la caja de
machos, y VEL si los machos se almacenan antes de su introducción
en el molde, a fin de proteger a los trabajadores de los
efectos oculares de los vapores de aminas.
Los operarios que trabajen en estas zonas deben someterse,
antes del empleo y después periódicamente, a exploraciones
médicas que incluyan una radiografía de tórax, que debe ser
examinada por un experto, una prueba de función pulmonar y
un cuestionario de síntomas, ya que éstos son esenciales para
detectar signos precoces de neumoconiosis, bronquitis crónica
y enfisema. Han de realizarse audiometrías periódicas, dado que
la protección auditiva suele ser ineficaz.
En procesos tales como la carga del horno, la extracción
mecánica de machos, el desmoldeo y la expulsión de piezas
fundidas y la eliminación de rebabas con herramientas neumáticas
se dan altos niveles de ruido y vibración.
Los procesos de fundición generan un intenso calor. La carga
de calor radiante en la fusión, la colada, el desmoldeo por vibración,
la expulsión de machos y la eliminación de bebederos,
requiere la adopción de medidas de protección especiales. Entre
de estas medidas destaca la concesión de un tiempo de descanso
(tiempo fuera del puesto de trabajo) como práctica común. En
los meses calurosos de verano suele concederse asimismo un
tiempo de descanso adicional. Los trabajadores deben llevar
ropa protectora contra el calor y protección ocular y facial para
prevenir la formación de cataratas. La existencia de zonas de descanso climatizadas cerca de la zona de trabajo mejora el
valor protector del descanso térmico.
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