El ámbito de la docencia se extiende desde los jardines de
infancia hasta las instituciones de posgrado, y no sólo abarca la
enseñanza académica, sino también la formación científica, artística
y técnica en laboratorios, estudios y talleres, así como la
formación física en campos de deporte, gimnasios y piscinas. En
la mayoría de los países, casi todas las personas reciben en algún
momento la influencia de los miembros de esta profesión, y los
propios docentes tienen orígenes tan diversos como los alumnos a
los que enseñan. Muchos de los miembros veteranos de la profesión
desempeñan además tareas administrativas y de gestión.
Por otra parte, el desarrollo de políticas y actividades que
promueven la educación a lo largo de toda la vida exige una
revisión del concepto convencional de profesorado de las instituciones
tradicionales (escuelas, universidades).
Los miembros de
la profesión docente desempeñan sus tareas utilizando métodos
educativos formales e informales, tanto en la formación básica
como en la continua, en centros de enseñanza y fuera de ellos.
Aparte de los alumnos en edad escolar y los universitarios, en
muchos países surgen nuevos tipos de estudiantes cada vez más
numerosos: jóvenes en busca de empleo, mujeres que desean
reincorporarse al mercado de trabajo, jubilados, trabajadores
emigrantes, personas discapacitadas, grupos comunitarios, etc.
En concreto, encontramos categorías de personas que en el
pasado estaban excluidas de las instituciones educativas ordinarias:
analfabetos y discapacitados.
La diversidad de instalaciones de aprendizaje no es ninguna
novedad, y siempre ha existido la autoeducación privada y, de
un modo u otro, la formación a lo largo de la vida. Pero hay un
factor nuevo: el desarrollo creciente de este último tipo de
formación en lugares no concebidos inicialmente como centros
de enseñanza (por ejemplo fábricas, oficinas e instalaciones de
ocio), y la utilización de nuevos recursos, como asociaciones,
medios de comunicación de masas y la autoeducación asistida.
Este desarrollo y difusión de las actividades educativas ha dado
lugar a un aumento del número de personas dedicadas a la enseñanza
con carácter profesional o voluntario.
Muchas de las actividades catalogables en el campo de la
educación pueden solaparse: profesores, instructores, conferenciantes,
promotores y organizadores de proyectos docentes,
consultores en materia de educación y formación profesional,
asesores especializados en el desarrollo de la carrera profesional,
especialistas en educación de adultos y administradores. En
cuanto a los miembros de la profesión docente representados en
los mercados de trabajo, se observa que, en la mayoría de países,
constituyen una de las categorías más significativas de trabajadores
asalariados.
En los últimos años, la importancia de los sindicatos de la
enseñanza ha aumentado sin cesar, de acuerdo con el número
cada vez mayor de profesores. La flexibilidad de horarios de
trabajo les ha permitido desempeñar un papel significativo en la
vida política de muchos países.
En numerosos sistemas en los que la escuela se ha convertido
en un centro de servicios educativos permanentes o a lo largo de
toda la vida, puede encontrarse un nuevo tipo de educador, que
no es exactamente un profesor en el sentido antiguo del termino,
sino un profesional procedente de variados sectores, incluidos
expertos artesanos, artistas, etc., que contribuyen de forma
permanente u ocasional al desarrollo de las actividades
docentes.
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