domingo, 4 de mayo de 2014

GRAVA

La grava es un conglomerado suelto de piedra que ha sido extraída de un depósito superficial, del fondo de un río o se ha arrancado de una cantera y se ha machacado al tamaño requerido. La grava tiene multitud de empleos, entre ellos: balasto para vías férreas, carreteras, aceras y cubiertas; como material de relleno en el hormigón (a menudo para cimientos); en urbanización y jardinería; y como material filtrante. Los principales riesgos de salud y seguridad para quienes trabajan con grava son la sílice portada por el aire, los problemas musculosqueléticos y el ruido. Muchos tipos de roca usados para la producción de grava desprenden, de modo natural, dióxido de sílice en forma de cristales libres. El contenido de sílice de los distintos tipos de roca sin machacar es variable y no es un indicador fiable del porcentaje de polvo de sílice contenido en una muestra de polvo. 
El granito contiene aproximadamente un 30 % en peso de sílice. El contenido de sílice libre en la caliza y el mármol es menor. La sílice puede ser llevada por el aire durante las operaciones de cantera, serrado, machaqueo, clasificación y, en menor cuantía, al extender la grava. La generación de sílice en el aire puede evitarse, generalmente, mediante regado y rociado con agua, y, a veces, con sistemas de extracción local (SEL). 
Además de los trabajadores de la construcción, entre los trabajadores expuestos al polvo de sílice se incluyen los trabajadores de las canteras, los que construyen vías férreas y los que realizan trabajos de urbanización. La silicosis es más frecuente entre los trabajadores de canteras o de plantas de machaqueo que entre aquellos que trabajan con la grava como producto acabado. Se ha observado un elevado riesgo de mortalidad por neumoconiosis y otras enfermedades respiratorias no malignas entre una población de trabajadores en plantas de machaqueo de áridos en Estados Unidos. 
Los problemas musculosqueléticos se pueden producir a causa de la carga, descarga o extendido manuales de la grava. Cuanto mayor sea el tamaño del árido y el de la herramienta que se utilice, más arduo se hace el manejo del material con las herramientas de mano. Se puede aminorar el riesgo de roturas y torceduras, haciendo que las tareas pesadas sean compartidas por dos o más trabajadores o mediante el uso de máquinas de tracción animal o mecánica. Las palas o rastrillos de un tamaño menor acarrean o mueven pesos menores que las de mayor tamaño y pueden reducir el riesgo de sufrir problemas musculosqueléticos. El procesado y manipulación mecánicos de la piedra o la grava producen ruido. El machaqueo de la piedra mediante el uso de molinos de bolas, genera ruidos y vibraciones considerables de baja frecuencia. El transporte de grava con tolvas metálicas inclinadas y su mezcla en tambores son dos operaciones ruidosas. Se puede amortiguar el ruido empleando materiales fonoabsorbentes o fonorreflectantes para rodear el molino de bolas, utilizando tolvas forradas con madera u otro material fonoabsorbente (y duradero) o mediante el uso de tambores de mezcla con aislamiento acústico.

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