jueves, 19 de diciembre de 2013

Obras civiles y construcción pesada

Las obras civiles más conocidas por el público son los trabajos en carreteras. Algunos trabajos de esta índole consisten en la apertura de nuevas carreteras en terreno virgen, pero una gran parte de los mismos abarcan la ampliación y reparación de carreteras existentes. Los contratos de trabajo en carreteras son, generalmente, encargados por organismos municipales o estatales, pero a veces las carreteras permanecen bajo el control de los contratistas durante varios años después de su terminación, tiempo durante el cual están autorizados a cobrar peajes. Si las estructuras de ingeniería civil son financiadas por el gobierno, tanto el proyecto como la construcción real estarán sujetos a una estricta supervisión por funcionarios en nombre del gobierno. 
Los contratos de construcción de carreteras suelen adjudicarse a los contratistas sobre la base de que un contratista se responsabilice de un tramo de varios kilómetros de la carretera. Existirá un contratista principal para cada tramo, pero la construcción de carreteras involucra una variedad de técnicas, y ciertos aspectos del trabajo tales como los trabajos de ferralla, hormigón, encofrados y pavimentación serán subcontratados por el contratista principal a firmas especializadas. Algunas veces, la construcción de carreteras se ejecuta en la modalidad de contratos de dirección de obra, en cuyo caso una firma consultora de ingeniería se encargará de la dirección de la obra y todos los trabajos serán ejecutados por subcontratistas. Un contratista de dirección de este tipo puede también haber participado en la elaboración proyecto de carretera. 
La construcción de carreteras requiere la creación de una superficie cuyas pendientes sean adecuadas para la clase de tráfico que pasará por ella. En un terreno generalmente llano, la formación de la plataforma de la carretera puede incluir el movimiento de tierras: esto es, excavar desmontes y usar los productos de la excavación para hacer terraplenes, construir puentes para cruzar los ríos y perforar túneles en las laderas de las montañas cuando no es posible rodear la obstrucción. En aquellos lugares en que los costes de la mano de obra son más elevados, estos trabajos se realizan empleando maquinaria como excavadoras, traíllas, cargadoras y camiones. Si los costes de mano de obra son bajos, estos trabajos se pueden ejecutar manualmente por gran número de obreros equipados con herramientas de mano. Cualquiera que sea el método adoptado, la construcción de carreteras requiere una minuciosa planificación de los trabajos. A menudo, el mantenimiento de carreteras requiere la continuidad del servicio mientras se efectúan las reparaciones o mejoras en un sector de la misma. De este modo se origina un cruce peligroso entre el tráfico en movimiento y los trabajos de la construcción que hace aún más importante una buena planificación y organización de la obra. Existen, a menudo, normativas nacionales para la señalización y demarcación con conos de las zonas de trabajo y fijando la distancia de separación que deberá mediar entre construcción y tráfico, lo cual puede ser difícil de conseguir en una zona confinada. El control del tráfico que circula en la proximidad de las carreteras en obras, es habitualmente responsabilidad de la policía local, pero requiere una cuidadosa cooperación entre ésta y los contratistas. La conservación de carreteras origina retenciones de tráfico, y, en consecuencia, los contratistas son presionados para acabar las obras rápidamente; a veces existen premios por adelantar el plazo y penalizaciones por los retrasos. La presión económica no deberá socavar la seguridad de lo que de por sí es un trabajo muy peligroso. La pavimentación de las carreteras puede implicar el uso de hormigón, piedra u macadam asfáltico. Esto requiere un apoyo logístico importante que garantice que las cantidades necesarias de materiales para la pavimentación lleguen a su destino en condiciones adecuadas para asegurar que la pavimentación proceda sin interrupción. 
El macadam asfáltico requiere una máquina extendedora especial que mantiene el material en estado plástico durante su extendido. Cuando el trabajo consiste en rehacer una pavimentación, se precisarán equipos adicionales incluyendo picos y martillos rompedores, para demoler y retirar la pavimentación existente. Pesadas apisonadoras se encargan de dar el acabado final al pavimento. 
La apertura de túneles y los desmontes pueden requerir el uso de explosivos y, ulteriormente, hay que retirar los escombros producidos por las voladuras. Los costados de los desmontes pueden requerir apuntalamientos permanentes para prevenir los deslizamientos o las caídas de tierras sobre la carretera terminada. Las carreteras elevadas requieren a menudo estructuras similares a los puentes, especialmente si el tramo elevado cruza una zona urbana en la que el espacio es limitado. Las carreteras elevadas se construyen a menudo con elementos de hormigón armado que puede ser vertido in situ o prefabricados en una fábrica y, a continuación, llevados al lugar de colocación en obra. 
El trabajo requiere una maquinaria de elevación de gran potencia para izar los elementos prefabricados, los encofrados y las armaduras de hierro. Es necesario proyectar apoyos provisionales o cimbras para soportar las secciones de las carreteras elevadas o los puentes durante su hormigonado. Estas construcciones provisionales tienen que resistir las cargas producidas por el hormigón durante su vertido. El proyecto de estas cimbras es tan importante como el de la misma estructura.

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