Los túneles son obras civiles de carácter muy especializado.
Varían en dimensiones desde el túnel del Canal de la Mancha,
con más de 100 km de galerías por 6 a 8 m de diámetro, a minitúneles
cuya perforación es de dimensiones demasiado reducidas
para que puedan entrar los obreros a trabajar y que se abren
con máquinas lanzadas desde pozos de acceso y controladas
desde la superficie. En zonas urbanas, los túneles pueden constituir
la única manera de trazar o mejorar vías de transporte o
para dar paso a servicios de agua y alcantarillado. El trazado
previsto de un túnel requiere una prospección detallada para
confirmar la clase de terreno en el que han de desarrollarse los
trabajos y la posible aparición de aguas freáticas. La naturaleza
del terreno, la presencia de agua subterránea y el uso final del
túnel condicionan la elección del método de construcción
del mismo.
Si el terreno es consistente, como la arcilla margosa bajo el
Canal de la Mancha, es posible realizar la excavación mecánicamente.
Si no se encuentran altas presiones de agua freática
durante el reconocimiento preliminar a la construcción, normalmente
no es necesario presurizar las zonas de trabajo para
mantenerlas libres de agua. Si es obligado trabajar con aire
comprimido, ello incrementará los costes notablemente, pues se
han de establecer esclusas de aire, los trabajadores necesitarán
tiempos de parada para la descompresión, y el acceso a las zonas
de trabajo de la maquinaria y los materiales puede ser más dificultoso.
Un túnel de grandes dimensiones, para una carretera o
ferrocarril, en terreno de roca no dura pero consistente, puede
ser excavado empleando un escudo (TBM), máquina que perfora
la totalidad del frente. Se trata, en realidad, de un tren de diferentes
máquinas unidas que avanzan sobre carriles movidas por
sus propios motores. En el extremo frontal lleva una cabeza
circular cortante que gira y lanza los productos de la excavación
hacia atrás a través del escudo. Detrás de la cabeza cortante van
varias secciones del escudo que colocan las dovelas de los anillos
de revestimiento del túnel en posición en toda la superficie del
mismo, rellenan la lechada entre los anillos y, en un espacio muy
reducido, aportan toda la maquinaria para la manipulación y
colocación de las dovelas (cada una pesa varias toneladas),
retiran los productos excavados, transportan hacia delante la
lechada y las dovelas adicionales necesarias y alojan los motores
eléctricos y las bombas hidráulicas que accionan la cabeza
cortante y los mecanismos de colocación de dovelas.
Un túnel en terreno de roca no dura pero sin la suficiente
consistencia para emplear un escudo, puede excavarse usando
máquinas como las rozadoras que ejecutan cortes en el frente. Los
escombros que produce la rozadora y que caen al suelo del túnel
son recogidos por excavadoras y retirados en camión. Esta
técnica permite la excavación de túneles que no son de sección
circular. El terreno a través del cual se perfora un túnel, en estos
casos, no suele ofrecer la suficiente resistencia para mantenerse
sin revestir; sin alguna clase de revestimiento pueden producirse
desprendimientos de techo y paredes. El túnel puede ser revestido
por medio de hormigón de consistencia líquida lanzado
sobre un mallazo metálico sujetado en posición mediante pernos
de anclaje (el nuevo método “austríaco”) o con elementos prefabricados
de hormigón.
Si el túnel se practica en roca dura, el frente tendrá que
abrirse por medio de voladuras, usando explosivos alojados en
barrenos taladrados en el frente rocoso. La habilidad, en este
caso, consiste en emplear el mínimo de voladuras para lograr
que la roca caiga en el lugar y con el tamaño requeridos, para de
este modo facilitar la retirada de escombros. En trabajos de más
envergadura se emplearán perforadoras múltiples montadas
sobre carriles junto con excavadoras y cargadoras para el desescombro.
Los túneles en roca dura no se revisten, simplemente se
recortan para que ofrezcan una superficie regular. Si la superficie
de la roca se desmenuza con facilidad, con peligro de caída
de fragmentos, deberá aplicarse un revestimiento, usualmente
algún tipo de hormigón proyectado o prefabricado.
Cualquiera que sea el método de construcción adoptado para
el túnel, la eficacia en el suministro de los materiales del túnel y
en la retirada del escombro son vitales para el avance del trabajo
con éxito. Los trabajos en túneles de gran envergadura pueden
requerir la instalación de extensos sistemas de carriles de vía
estrecha para prestar apoyo logístico.
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