Las obras civiles más conocidas por el público son los trabajos en
carreteras. Algunos trabajos de esta índole consisten en la apertura
de nuevas carreteras en terreno virgen, pero una gran parte
de los mismos abarcan la ampliación y reparación de carreteras
existentes. Los contratos de trabajo en carreteras son, generalmente,
encargados por organismos municipales o estatales, pero a
veces las carreteras permanecen bajo el control de los contratistas
durante varios años después de su terminación, tiempo durante el
cual están autorizados a cobrar peajes. Si las estructuras de ingeniería
civil son financiadas por el gobierno, tanto el proyecto
como la construcción real estarán sujetos a una estricta supervisión
por funcionarios en nombre del gobierno.
Los contratos de
construcción de carreteras suelen adjudicarse a los contratistas
sobre la base de que un contratista se responsabilice de un tramo
de varios kilómetros de la carretera. Existirá un contratista principal
para cada tramo, pero la construcción de carreteras involucra
una variedad de técnicas, y ciertos aspectos del trabajo tales
como los trabajos de ferralla, hormigón, encofrados y pavimentación
serán subcontratados por el contratista principal a firmas
especializadas. Algunas veces, la construcción de carreteras se
ejecuta en la modalidad de contratos de dirección de obra, en
cuyo caso una firma consultora de ingeniería se encargará de la
dirección de la obra y todos los trabajos serán ejecutados por
subcontratistas. Un contratista de dirección de este tipo puede
también haber participado en la elaboración proyecto de
carretera.
La construcción de carreteras requiere la creación de una
superficie cuyas pendientes sean adecuadas para la clase de
tráfico que pasará por ella. En un terreno generalmente llano,
la formación de la plataforma de la carretera puede incluir el
movimiento de tierras: esto es, excavar desmontes y usar los
productos de la excavación para hacer terraplenes, construir
puentes para cruzar los ríos y perforar túneles en las laderas de
las montañas cuando no es posible rodear la obstrucción. En
aquellos lugares en que los costes de la mano de obra son más
elevados, estos trabajos se realizan empleando maquinaria como
excavadoras, traíllas, cargadoras y camiones. Si los costes de
mano de obra son bajos, estos trabajos se pueden ejecutar
manualmente por gran número de obreros equipados con herramientas
de mano. Cualquiera que sea el método adoptado,
la construcción de carreteras requiere una minuciosa planificación
de los trabajos.
A menudo, el mantenimiento de carreteras requiere la continuidad
del servicio mientras se efectúan las reparaciones o
mejoras en un sector de la misma. De este modo se origina un
cruce peligroso entre el tráfico en movimiento y los trabajos de
la construcción que hace aún más importante una buena planificación
y organización de la obra. Existen, a menudo, normativas
nacionales para la señalización y demarcación con conos
de las zonas de trabajo y fijando la distancia de separación que
deberá mediar entre construcción y tráfico, lo cual puede ser
difícil de conseguir en una zona confinada. El control del tráfico
que circula en la proximidad de las carreteras en obras, es habitualmente
responsabilidad de la policía local, pero requiere una
cuidadosa cooperación entre ésta y los contratistas. La conservación
de carreteras origina retenciones de tráfico, y, en consecuencia,
los contratistas son presionados para acabar las obras
rápidamente; a veces existen premios por adelantar el plazo y
penalizaciones por los retrasos. La presión económica no deberá
socavar la seguridad de lo que de por sí es un trabajo muy
peligroso.
La pavimentación de las carreteras puede implicar el uso de
hormigón, piedra u macadam asfáltico. Esto requiere un apoyo
logístico importante que garantice que las cantidades necesarias
de materiales para la pavimentación lleguen a su destino en
condiciones adecuadas para asegurar que la pavimentación
proceda sin interrupción.
El macadam asfáltico requiere una
máquina extendedora especial que mantiene el material en
estado plástico durante su extendido. Cuando el trabajo consiste
en rehacer una pavimentación, se precisarán equipos adicionales
incluyendo picos y martillos rompedores, para demoler y retirar
la pavimentación existente. Pesadas apisonadoras se encargan de
dar el acabado final al pavimento.
La apertura de túneles y los desmontes pueden requerir el uso
de explosivos y, ulteriormente, hay que retirar los escombros
producidos por las voladuras. Los costados de los desmontes
pueden requerir apuntalamientos permanentes para prevenir los
deslizamientos o las caídas de tierras sobre la carretera
terminada.
Las carreteras elevadas requieren a menudo estructuras similares
a los puentes, especialmente si el tramo elevado cruza una
zona urbana en la que el espacio es limitado. Las carreteras
elevadas se construyen a menudo con elementos de hormigón
armado que puede ser vertido in situ o prefabricados en una
fábrica y, a continuación, llevados al lugar de colocación en
obra.
El trabajo requiere una maquinaria de elevación de gran
potencia para izar los elementos prefabricados, los encofrados y
las armaduras de hierro.
Es necesario proyectar apoyos provisionales o cimbras para
soportar las secciones de las carreteras elevadas o los puentes
durante su hormigonado. Estas construcciones provisionales
tienen que resistir las cargas producidas por el hormigón durante su vertido. El proyecto de estas cimbras es tan importante
como el de la misma estructura.
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