Concepción (proyecto)
Los riesgos físicos para las personas involucradas en el diseño de
nuevos locales surgen normalmente en las visitas del personal
profesional para realizar los reconocimientos previos. Las visitas
de personal sin compañía alguna a emplazamientos desconocidos
o abandonados pueden exponerle a riesgos a causa de accesos
peligrosos, huecos sin protección y excavaciones y, en un edificio,
a causa de cables eléctricos o maquinaria en estado peligroso.
Si la inspección requiere la entrada en habitaciones o excavaciones
que han permanecido cerradas durante cierto tiempo,
existe el riesgo de encontrarse con dióxido de carbono o con
niveles escasos de oxígeno. Todos los riesgos se ven incrementados
si se efectúan las visitas a un sitio sin iluminación después
de oscurecer o si el visitante solitario no tiene medios de comunicarse
con otras personas para reclamar ayuda. Por regla general,
el personal profesional no debería ser requerido a visitar emplazamientos
si tiene que hacerlo solo. No deberá hacer visitas
después del ocaso a menos que el sitio esté bien iluminado. No
deberá entrar en lugares cerrados a menos que antes se haya
comprobado fehacientemente que el sitio es seguro. Por último,
deberá permanecer en comunicación con su base o tener un
medio efectivo de conseguir ayuda.
La concepción o el proyecto propiamente dicho deberán
influir de modo importante en la seguridad de los contratistas
cuando éstos realicen los trabajos en la obra. De los proyectistas,
bien sean arquitectos o ingenieros civiles, cabe esperar más que
la simple confección de planos. Al crear su proyecto, deberán, en
virtud de su preparación y experiencia, tener una cierta idea del
modo en que será probable que se desarrolle el trabajo de los
contratistas para hacerlo realidad. Su competencia deberá ser tal
que sean capaces de indicar a los contratistas los riesgos que se
derivarán de sus métodos de trabajo. Los proyectistas deberán
eliminar en su diseño los riesgos que pueden surgir del mismo,
haciendo la estructura más “edificable” en lo tocante a salud y
seguridad y, siempre que ello sea posible, cambiando los materiales
por otros más seguros en sus especificaciones. Deberán
mejorar los accesos para el mantenimiento en la fase de
proyecto, y reducir la necesidad de que los operarios de mantenimiento
corran peligro, incorporando aspectos o materiales que
requieran una atención menos frecuente durante la vida del
edificio.
En general, los proyectistas sólo pueden eliminar los riesgos en
el proyecto hasta cierto punto; normalmente habrá riesgos residuales
significativos que los contratistas habrán de tener en
cuenta cuando conciban sus propios sistemas de trabajo seguros.
Los proyectistas deberán suministrar a los contratistas la información
sobre esos riesgos de modo que éstos puedan considerar
tanto los riesgos como las medidas de seguridad necesarias,
primero cuando oferten la obra y, después, cuando desarrollen
sus sistemas para hacer el trabajo con seguridad.
La importancia de incluir en las especificaciones materiales
con mejores propiedades para la salud y la seguridad suele ser
menospreciada cuando se aborda la seguridad desde el proyecto.
Los proyectistas y los redactores de especificaciones deben considerar
si se pueden obtener materiales con mejores propiedades
tóxicas o estructurales o que se puedan utilizar y mantener con
más seguridad. Esto requiere que los proyectistas mediten sobre
los materiales que se van a usar y decidan si, de acuerdo con la
práctica anterior, protegerán adecuadamente a los obreros de la
construcción. A menudo, el factor decisivo en la elección de los
materiales es el coste. Sin embargo, los clientes y los proyectistas
deberían darse cuenta de que, mientras materiales con mejores
propiedades tóxicas o estructurales pueden tener un coste inicial
superior, a menudo resultan más rentables durante la vida del
edificio, porque los operarios de la construcción y de mantenimiento
requieren unos accesos o un equipo de protección menos
costosos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario