jueves, 21 de noviembre de 2013

Vigilancia y prevención de problemas clave en los trabajos de construcción - I

Trastornos musculosqueléticos y su prevención 

Los trastornos musculosqueléticos pueden tener múltiples orígenes. El estilo de vida, la propensión hereditaria y el envejecimiento, junto con esfuerzos físicos inadecuados y lesiones de poca gravedad, son los factores de riesgo comúnmente aceptados como causa de estos trastornos. Los tipos de problemas musculosqueléticos se manifiestan de diferentes maneras en las diversas profesiones de la construcción. No existe ninguna prueba fiable para predecir el riesgo de un individuo para contraer un trastorno de este tipo. La prevención médica de los trastornos musculosqueléticos se basa en la orientación sobre el estilo de vida y cuestiones ergonómicas. Los reconocimientos previos al empleo y periódicos pueden utilizarse a este fin. Las pruebas generales de resistencia y las radiografías rutinarias del sistema esquelético no tienen un valor específico para la prevención. En su lugar, la detección temprana de síntomas y un historial detallado de los síntomas musculosqueléticos pueden utilizarse como base para la terapia. Un programa que realiza periódicamente sondeos de síntomas para identificar los factores laborales que se pueden cambiar ha demostrado su eficacia. A menudo, los trabajadores que han estado expuestos a fuertes cargas o esfuerzo físico creen que el trabajo les mantiene en forma. Varios estudios han demostrado que tal presunción no es cierta. Por tanto, es importante que en el contexto de los reconocimientos médicos, se informe a los sujetos del examen sobre las maneras adecuadas de mantener su aptitud física. El tabaco se ha asociado con la degeneración del disco lumbar y las lumbalgias. Es por ello que en los reconocimientos médicos periódicos es preciso incluir también información y tratamientos antitabaco (Proyecto de educación sobre la práctica de fumar y los riesgos en el trabajo, 1993). 

Pérdida de audición motivada por el ruido en el trabajo 

La prevalencia de la pérdida de audición motivada por el ruido varía entre las profesiones de la construcción, y depende de los niveles y duración de la exposición. En 1974, menos del 20 % de los trabajadores suecos de la construcción de 41 años de edad tenían una audición normal en ambos oídos. La implantación de un programa exhaustivo de conservación del oído aumentó la proporción de trabajadores con audición normal, dentro del mismo grupo, a casi un 40 % al final del decenio de 1970. Estadísticas efectuadas en la Columbia Británica, Canadá, han mostrado que los trabajadores de la construcción generalmente sufren una pérdida de oído importante después de trabajar más de 15 años en su oficio (Schneider et al. 1995). Se cree que algunos factores pueden aumentar la propensión a la pérdida del oído en el trabajo (neuropatía diabética, hipercolesterolemia y exposición a ciertos disolventes ototóxicos). Las vibraciones en todo el cuerpo y el hábito de fumar también pueden tener un efecto aditivo. Es aconsejable un programa de conservación del oído a gran escala dentro del sector de la construcción. Este tipo de programa requiere no sólo la colaboración a nivel de obra, sino también una legislación que lo apoye. Los programas de conservación del oído deben estar especificados en los contratos de trabajo. La pérdida de audición en el trabajo es reversible en los primeros 3 ó 4 años siguientes a la exposición inicial. Una detección temprana de la pérdida de audición facilita las posibilidades de prevención. Se recomiendan pruebas regulares para detectar los cambios lo antes posible y para motivar a los trabajadores en su autoprotección. En el transcurso de las pruebas, a los trabajadores expuestos se les debe instruir en los principios de protección individual, así como en el mantenimiento y el empleo adecuado de los medios de protección

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