Las zanjas son recintos confinados que se excavan, generalmente,
para enterrar conducciones de servicios o para ubicar cimientos.
Las zanjas, normalmente, tienen mayor profundidad que
anchura, considerando el ancho del fondo, y suelen tener una
profundidad inferior a 6 metros; se denominan también excavaciones
superficiales (poco profundas).
Un recinto confinado se
define como un espacio que tiene unas dimensiones suficientes
para que un obrero se introduzca en él y pueda realizar un
trabajo; tiene unos medios limitados para entrar en el mismo y
salir de él y no está proyectado para una ocupación continuada.
Deberán disponerse varias escaleras para que los obreros puedan
evacuar la zanja.
Lo normal es que las zanjas permanezcan abiertas por
espacio de unos minutos o unas horas. Las paredes de cualquier
zanja acabarán desmoronándose; es simplemente una cuestión
de tiempo.
La estabilidad aparente a corto plazo constituye una
tentación para que el contratista haga entrar a los obreros en
una zanja peligrosa, con la esperanza de obtener un rápido
avance y una mejora económica. De resultas de ello pueden
sobrevenir muertes o lesiones serias y mutilaciones.
Además de estar expuestos a la posibilidad de derrumbamiento
de las paredes de las zanjas, los que trabajan dentro d las mismas pueden sufrir lesiones o morir a consecuencia de
inundaciones por agua o por residuos sanitarios, por la presencia
de gases peligrosos o por falta de oxígeno, por caídas, caídas de
materiales o herramientas, por entrar en contacto con cables
eléctricos cortados o por un salvamento inadecuado.
Como ejemplo, al menos un 2,5 % de las muertes por accidentes
laborales que se producen anualmente en EE.UU. son
achacables a desprendimientos de tierras.
La edad media de los
trabajadores muertos en zanjas en EE.UU. es de 53 años.
A menudo, una persona joven resulta atrapada por un desprendimiento
de tierras y otros trabajadores intentan rescatarle. En
los intentos de rescate fallidos, la mayoría de los muertos corresponden
a los potenciales salvadores. En caso de derrumbe es
preciso llamar inmediatamente a equipos de urgencia adiestrados
en este tipo de rescates.
Es esencial la inspección rutinaria de las paredes de la zanja y
el uso de los sistemas de protección de los trabajadores. Las
inspecciones deben efectuarse diariamente antes de empezar los
trabajos y después de cualquier incidencia —tal como
tormentas, vibraciones o rotura de tuberías— que pueda incrementar
los riesgos. A continuación se incluyen descripciones de
las situaciones peligrosas y la manera de evitarlas.
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