La renovación incluye el mantenimiento de la estructura y los
cambios que en ella se realizan a lo largo de su período de vida.
El mantenimiento (incluida la limpieza y la reparación del maderamen
u otras superficies exteriores, rejuntado del cemento y
reparaciones en paredes y cubierta) presenta riesgos de caídas
análogos a los de la erección de la estructura, a causa de la necesidad
de tener que acceder a partes elevadas de aquella. De
hecho, los riesgos pueden ser mayores, ya que durante los
trabajos de mantenimiento de menor importancia y de corta
duración existe la tentación de ahorrar en la aportación de
equipos de acceso seguros: por ejemplo, pretender hacer desde
una escalera el trabajo que sólo se puede hacer con seguridad
desde un andamio. Esto es particularmente cierto en los trabajos
en cubierta, en los que la sustitución de una teja puede llevar
unos minutos, pero existe la posibilidad de caída de un trabajador
con resultados mortales.
Mantenimiento y limpieza
Los proyectistas, y de modo especial los arquitectos, pueden
mejorar la seguridad de los operarios de mantenimiento y
limpieza teniendo en cuenta en sus proyectos y especificaciones la
necesidad de un acceso seguro a las cubiertas, a las salas de
máquinas, a las ventanas y a otras ubicaciones en el exterior de la
estructura. La mejor solución sería evitar completamente el
acceso, seguida de la inclusión de un acceso seguro permanente
que forme parte de la estructura, quizás una escalera, una pasarela
con barandillas o una plataforma de acceso motorizada
colgada permanentemente de la cubierta. La solución menos
satisfactoria para el personal de mantenimiento es aquella en que
el único acceso posible pasa por un andamio similar al usado
para la construcción del edificio. Este problema es menos
probable que surja en los trabajos de restauración importantes,
de mayor duración, pero en las obras de plazo corto, el coste de
un andamio total es tal, que existe una mayor tentación de hacer
recortes y utilizar equipos de acceso móviles motorizados o andamios
torre en trabajos para los que no son propios ni adecuados.
Si la renovación incluye un cambio sustancial del revestimiento
del edificio o una limpieza total con chorros de agua a
presión o sustancias químicas, la única respuesta que no sólo
ofrecerá protección a los obreros sino que también permitirá la
colocación de lonas para proteger a los viandantes puede ser el
andamiaje de toda la fachada. Las protecciones de los operarios
de limpieza con chorro de agua a presión incluyen ropa
impermeable, botas y guantes, y una mascarilla facial o gafas
para la protección ocular. La limpieza con sustancias químicas
tales como ácidos requiere una ropa análoga, pero resistente a
los ácidos. Si se usan abrasivos para la limpieza de la estructura,
es preciso emplear una sustancia libre de sílice. Dado que el
empleo de abrasivos origina un polvo que puede ser nocivo, los
operarios tendrán que usar un equipo respiratorio homologado.
El repintado de ventanas en un edificio de oficinas alto o en un
bloque de apartamentos no se puede hacer con seguridad desde
escaleras, aunque habitualmente ello es posible en viviendas
unifamiliares. En el primer caso se precisará montar un andamio
o colgar andamios suspendidos de la cubierta, tales como cestas,
asegurándose de que los puntos de suspensión sean adecuados.
El mantenimiento y la limpieza de las estructuras de obras
civiles, como puentes, chimeneas altas o mástiles, puede obligar
a trabajar a unas alturas o en unas ubicaciones tales (p. ej., sobre
el agua) que imposibiliten el montaje de un andamio normal.
Siempre que sea posible deberá realizarse el trabajo desde un
andamio fijo suspendido de la estructura. En caso contrario,
el trabajo deberá ejecutarse desde una cesta firmemente suspendida.
Los puentes modernos incorporan sus propias cestas como
parte de la estructura permanente; éstas deben comprobarse
perfectamente antes de usarlas para un trabajo de mantenimiento.
Las estructuras de ingeniería civil se encuentran
frecuentemente expuestas a los agentes atmosféricos; no se
permitirá el trabajo en ellas en condiciones de fuerte viento o
lluvia intensa.
Limpieza de ventanas
La limpieza de ventanas presenta sus propios riesgos, especialmente
si se realiza desde escaleras colocadas sobre el suelo, o con
disposiciones improvisadas para acceder a edificios de mayor
altura. La limpieza de ventanas no se suele considerar una parte
del proceso constructivo y, sin embargo, es una operación muy
generalizada que puede poner en peligro a los limpiadores de
ventanas y al público. No obstante, la seguridad de la limpieza
de ventanas viene influenciada en parte por el proyecto. Si los
arquitectos no tienen en cuenta la necesidad de un acceso seguro
o, en lugar de ello, no especifican ventanas que se puedan limpiar
desde el interior, entonces la labor del contratista de la limpieza
de ventanas será mucho más peligrosa. Si en el proyecto inicial se
prevé suprimir la limpieza de ventanas desde el exterior o la
instalación de un equipo de acceso adecuado a tal fin, ello puede
representar un coste inicial superior, pero a lo largo de la vida del
edificio representará un ahorro considerable de gastos de mantenimiento
y la reducción del riesgo.
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