Rehabilitación
La rehabilitación es una vertiente importante y peligrosa de la
renovación. Tiene lugar cuando, por ejemplo, se mantiene
la estructura esencial del edificio o del puente, pero una parte ha
de ser reparada o sustituida. En las viviendas, la rehabilitación
suele implicar el arrancado de ventanas, posiblemente de suelos
y las escaleras, junto con la instalación eléctrica y de fontanería,
y su sustitución por materiales nuevos y generalmente de mejor
calidad. En un edificio comercial de oficinas, la rehabilitación
afecta a las ventanas y posiblemente a los suelos, pero también es
posible que se haya de arrancar y sustituir el revestimiento de un
edificio, instalar un nuevo sistema de ventilación y calefacción y
ascensores o renovar la instalación eléctrica.
En las estructuras de obra civil tales como puentes, la rehabilitación
puede representar dejar desnuda la estructura básica,
reforzándola, renovando partes y reemplazando la vía de rodadura
y algún revestimiento.
La rehabilitación presenta los riesgos comunes a todos los
obreros de la construcción: caídas de personas y materiales. El riesgo se acrecienta cuando los locales permanecen ocupados
durante la rehabilitación, como sucede a menudo en locales
domésticos tales como bloques de apartamentos, cuando no se
dispone de alojamientos alternativos para los moradores. En
estas situaciones, éstos últimos y en especial los niños corren los
mismos riesgos que los operarios de la construcción. Durante la
rehabilitación puede haber riesgos ocasionados por los cables
eléctricos de las herramientas portátiles que se necesitan, tales
como sierras y taladros. Es importante que el trabajo se planifique
minuciosamente para eliminar los riesgos tanto de los
operarios como de los inquilinos; éstos necesitan ser informados
de lo que se está haciendo y el momento en que se hará. Se
impedirá el acceso a las habitaciones, escaleras o balcones donde
se ejecuten los trabajos. Las entradas a los bloques de apartamentos
pueden necesitar una cubierta para proteger a las
personas de la caída de materiales. Al terminar la jornada de
trabajo, se retirarán las escaleras y andamios o se condenarán de
tal manera que los niños no puedan acceder a ellas y correr
peligro. Del mismo modo, deberán retirarse y almacenarse en
un lugar seguro las pinturas, las botellas de gas y las herramientas
eléctricas.
En los edificios comerciales ocupados donde se rehabiliten los
servicios, se imposibilitará la apertura de las puertas de los
ascensores. Si la rehabilitación interfiere con el equipo contra
incendios y de emergencia, habrá que adoptar disposiciones
especiales para avisar a los inquilinos y a los obreros en caso de
producirse un incendio. La rehabilitación de locales comerciales
y domésticos puede requerir la retirada de materiales que
contengan amianto. Esto presenta importantes riesgos de salud
para los operarios y los ocupantes cuando regresan al edificio.
La retirada de amianto sólo debe ser efectuada por contratistas
especialmente preparados y equipados. La zona de la que se
retira el amianto necesita ser aislada de otras partes del edificio
en el transcurso de los trabajos. Antes del regreso de los
ocupantes a las zonas de las que se ha arrancado el amianto,
deberá controlarse la atmósfera de las habitaciones y evaluarse
los resultados para asegurarse de que los niveles de fibras de
amianto contenidos en el aire se hallan por debajo de los
permisibles.
La manera más segura de ejecutar una rehabilitación consiste
en desalojar totalmente a los ocupantes y personas ajenas; sin
embargo, esto a veces es simplemente imposible de llevar a cabo.
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