Inmersiones
Las inmersiones constituyen una forma especializada de trabajo
submarino. Los riesgos a que se enfrentan los que las realizan
son: ahogamiento, mal de descompresión (mal de los buzos),
hipotermia a causa del frío y atrapamiento debajo del agua. Las
inmersiones pueden ser precisas durante la construcción o mantenimiento
de muelles, de diques de defensa del mar y de ríos, de
espigones y de estribos de puentes. Frecuentemente han de efectuarse
en aguas de escasa visibilidad o en lugares en que existe el
riesgo de que el buzo y su equipo queden enredados. La inmersión
se puede efectuar desde tierra firme o desde un barco. Si el
trabajo precisa de un solo buzo, se necesitará un equipo mínimo
de tres personas por razones de seguridad. El equipo constará del
buzo que se sumerge, de otro buzo de reserva totalmente equipado,
presto a entrar en el agua inmediatamente en caso de
emergencia y de un supervisor a cargo de la inmersión. El supervisor
de la inmersión deberá encontrarse en un puesto seguro en
tierra o en el barco desde el que se va a efectuar la inmersión. Las
inmersiones a profundidades menores de 50 m se llevan a cabo
normalmente por hombres rana equipados de trajes húmedos
(es decir, trajes que no repelen el agua) y con equipos de respiración
submarina independientes con máscara facial abierta (p. ej.,
equipo de submarinismo). A profundidades superiores a 50 m o
en aguas muy frías, será necesario que los submarinistas lleven
trajes que se calientan con alimentación de agua caliente
bombeada y máscaras de respiración cerradas, y un equipo para
respirar aire no comprimido, sino mezclado con ciertos gases
(p. ej., inmersión con gas mixto). Los submarinistas deben llevar
una cuerda de seguridad adecuada y tienen que poder comunicarse
con la superficie y, en particular, con el supervisor de la
inmersión. Cuando se realiza una inmersión los servicios de
emergencia locales deberán ser informados de ello por el contratista
de los trabajos.
Tanto el equipo de inmersión como los submarinistas han de pasar exámenes y pruebas. Los submarinistas deberán recibir instrucción hasta un nivel reconocido nacional o internacional, en primer lugar y en todo caso para inmersiones con aire normal y, en segundo lugar, para inmersiones con aire mezclado con gas, si se tiene que emplear este método. Deberán acreditar por escrito que han completado satisfactoriamente un curso de instrucción en inmersión. Los que practican inmersiones deben pasar anualmente un reconocimiento médico a cargo de un doctor con experiencia en medicina hiperbárica. Cada uno tendrá un cuaderno personal en el que se lleve un registro de sus reconocimientos físicos y de las inmersiones realizadas. Si el submarinista ha sido suspendido para hacer inmersiones a causa de un reconocimiento médico, ello también se registrará en el cuaderno de su historial. Un submarinista que se encuentra suspendido no podrá ser autorizado para sumergirse ni para actuar como persona de reserva para la inmersión.
Tanto el equipo de inmersión como los submarinistas han de pasar exámenes y pruebas. Los submarinistas deberán recibir instrucción hasta un nivel reconocido nacional o internacional, en primer lugar y en todo caso para inmersiones con aire normal y, en segundo lugar, para inmersiones con aire mezclado con gas, si se tiene que emplear este método. Deberán acreditar por escrito que han completado satisfactoriamente un curso de instrucción en inmersión. Los que practican inmersiones deben pasar anualmente un reconocimiento médico a cargo de un doctor con experiencia en medicina hiperbárica. Cada uno tendrá un cuaderno personal en el que se lleve un registro de sus reconocimientos físicos y de las inmersiones realizadas. Si el submarinista ha sido suspendido para hacer inmersiones a causa de un reconocimiento médico, ello también se registrará en el cuaderno de su historial. Un submarinista que se encuentra suspendido no podrá ser autorizado para sumergirse ni para actuar como persona de reserva para la inmersión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario