viernes, 30 de agosto de 2013

Instalaciones y procesos de construcción - I

La construcción de aviones se hace por lo general en grandes plantas integradas. Las más modernas disponen de sistemas de renovación de aire de gran capacidad, con controles de aire de relleno. Para funciones específicas se añaden sistemas locales de aspiración de aire. En la actualidad, las actividades de fresado químico y de pintura de grandes componentes se efectúan de manera rutinaria en recintos cerrados o cabinas donde el trabajo en las distintas fases está clasificado y automatizado, y donde se producen emanaciones de vapores o vahos. En las instalaciones de construcción aeronáutica más antiguas, el control de riesgos ambientales es más deficiente. 
Un numeroso equipo de ingenieros expertos son los que elaboran y perfeccionan las características estructurales de los aviones o de los vehículos espaciales. Otros técnicos se encargan de los niveles de resistencia y durabilidad de los materiales de los componentes y elaboran procesos de fabricación eficaces. Buena parte de la carga de trabajo que suponían los cálculos y los trabajos de delineación —que antes realizaban ingenieros delineantes y personal técnico— lo hacen ahora los ordenadores: hoy en día los sistemas informáticos integrados se emplean para construir aviones sin necesidad de planos en papel ni de modelos estructurales a escala. El proceso comienza con la fabricación de las piezas a partir de los materiales generales: se hacen plantillas y herramientas, laminación de metal, mecanizado, trabajos con plásticos y materiales compuestos, y otras actividades auxiliares. Las herramientas se fabrican para servir de plantillas y superficies de trabajo sobre las que se fabrican piezas de metal o de materiales compuestos. Las plantillas se emplean como patrones de guía para cortar, taladrar y montar. Por lo general, las subsecciones del fuselaje, los paneles de las puertas y los revestimientos (superficies externas) de las alas y de la cola están fabricados en chapa de aluminio perfilada y cortada con precisión y tratada químicamente. El funcionamiento de las máquinas se controla por ordenador. Grandes fresas montadas sobre raíles efectúan el mecanizado de los largueros de las alas a partir de piezas únicas de aluminio forjado. Las piezas de menor tamaño se cortan con precisión y se moldean con fresas, muelas y tornos. Las conducciones se fabrican con lámina de acero o con materiales compuestos. Los componentes internos, como el suelo, por lo general se fabrican con laminados o con materiales compuestos, a base de múltiples capas de revestimiento muy delgadas pero de gran rigidez, dispuestas sobre estructuras de panal. Los materiales compuestos suelen disponerse (es decir, colocarse cuidadosamente en capas superpuestas) a mano o mecánicamente, para su posterior curado en hornos o en autoclaves.

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