jueves, 17 de abril de 2014

Medidas de salud y seguridad

Un requisito básico en la prevención de los riesgos del polvo en la industria del cemento es el conocimiento preciso de la composición y, especialmente, del contenido de sílice libre en todos los materiales utilizados. Es particularmente importante el conocimiento de la composición exacta de los nuevos tipos de cemento aparecidos. 
En las canteras, las excavadoras deben estar equipadas con cabinas cerradas y ventilación para asegurar un suministro de aire puro, y deben implantarse medidas de eliminación del polvo durante el barrenado y machaqueo. La posibilidad de intoxicación debida a monóxido de carbono y gases nitrosos desprendidos durante las voladuras puede evitarse asegurándose de que los trabajadores estén a una distancia adecuada durante dichas voladuras y no vuelvan al punto de la explosión hasta que todos los humos hayan desaparecido. Puede ser necesario el uso de ropa adecuada para proteger a los trabajadores contra las inclemencias del tiempo. 
Todos los procesos que van acompañados de polvo en las fábricas de cemento (pulverizado, cribado, transporte en cintas) deben estar equipados con sistemas de ventilación adecuados, y las cintas transportadoras del cemento o de las demás materias primas deben estar encerradas, tomándose precauciones especiales en los puntos de transferencia. Asimismo, se requiere una buena ventilación en la plataforma de enfriamiento de la escoria, en el lugar de molido de la escoria y en las plantas de ensacado de cemento. 
El problema más difícil de control del polvo es el de las chimeneas de los hornos de escoria, que generalmente están dotadas de filtros electrostáticos, precedidos de filtros manga u otro tipo de filtros. Los filtros electrostáticos pueden ser usados también para los procesos de cribado y embalaje, en los que deben combinarse con otros métodos de control de la contaminación del aire. La escoria pulverizada debe transportarse en tornillos sin fin encapsulados. Los puestos de trabajo con calor excesivo deben equiparse con duchas de aire frío y pantallas térmicas adecuadas. No deben realizarse reparaciones en los hornos de escoria hasta que el horno se haya enfriado adecuadamente y, luego deben hacerlo solamente trabajadores jóvenes y sanos. 
Estos trabajadores deben mantenerse bajo supervisión médica, para controlar sus funciones cardíaca, respiratoria y sudoral y evitar el shock térmico. Las personas que trabajan en ambientes de calor deben disponer de bebidas saladas, cuando haga falta. Las medidas de prevención de enfermedades de la piel deben incluir la provisión de duchas y cremas para utilizar después de la ducha. En caso de eczema, puede aplicarse un tratamiento de desensibilización: comenzando por retirar a los trabajadores de la exposición al cemento durante 3-6 meses para permitir su curación, 2 gotas de una solución acuosa de dicromato potásico al 1: 10.000 se aplican a la piel durante 5 minutos, 2 a 3 veces por semana. 
En ausencia de reacción local o general, el tiempo de contacto se incrementa generalmente a 15 minutos, seguido de un incremento de la concentración de la solución. Este procedimiento de desensibilización puede aplicarse también en el caso de sensibilidad al cobalto, níquel y manganeso. Se ha comprobado que la dermatitis de cromo —e incluso la intoxicación por cromo— se pueden evitar y tratar con ácido ascórbico. El mecanismo de inactivación del cromo hexavalente mediante ácido ascórbico implica la reducción al cromo trivalente, que tiene una menor toxicidad, y la formación compleja subsiguiente de las especies trivalentes.

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